Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

¿Qué quedará cuando el polvo se asiente?

Al principio de la presente cuarentena, todo era bizarro, eléctrico y controversial. Personas pasando su tiempo discutiendo sobre la letalidad, el ratio del factor de reproducción, y el balance de la vida con dólares. Pero la conmoción, la novedad y el drama ya están pasando. ¿Qué pasará cuando cuando la cuarentena pase a ser una espera larga y aburrida? Manejar el miedo es una cosa. ¿Qué hay de manejar el aburrimiento?

Más significativamente, ¿cómo recordarás todo esto de aquí en 20 años? ¿Cómo el COVID-19 habrá cambiado el mundo? ¿Cómo te habrá cambiado a ti? Sospecho que varias respuestas son posibles.

Algunas vidas se desmoronarán

Para algunos, esta prueba de presión será demasiado y sus vidas se desmoronarán. Varios años después de la pandemia del SARS (síndrome respiratorio agudo grave) del 2003, las personas que soportaron la cuarentena, mostraron señales de desorden de estrés post-traumático, de la manera en la que las personas salían de las guerras o hambrunas pueden perder su equilibrio emocional. Propagado a una escala mundial, es casi certero que miraremos un amplio impacto en la salud mental. Incluso ahora, se nota el aumento agudo en los pedidos de divorcio en China. Las personas atrapadas en la misma casa por dos meses descubrieron que no se agradaban para nada, sin opción a enterrarse en el trabajo o continuar con sus vidas independientes, el divorcio era la única solución. Tomando prestado el comentario de un amigo, “resulta que hay una gran diferencia entre evitar un virus y llevar una vida saludable.”

La mayoría de personas no cambiarán para nada

Pero hay una probabilidad más peatonal. Esta debería ser la oportunidad perfecta para ambos, iglesias e individuos para evaluar y re-calibrar. Pero muy pocas personas lo harán. Ellos se esforzarán durante las próximas semanas; tan pronto esté hecho lo sacudirán como un mal sueño y tratarán de seguir justo donde se quedaron. Nos sorprendió lo rápido que nuestras vidas cambiaron completamente. El segundo choque recién está viniendo, será el choque de cuán rápido todo regresa justo donde lo dejamos. Seremos un poco pobres, probablemente estemos en recesión, y todos sabrán cómo usar Zoom. Pero al nivel central  de opciones, carácter y prioridades, nada fundamental va a cambiar. Eso se debe a que a las personas les gustaban sus valores y pecados de hace un mes atrás, esa es la razón por la cual eligieron ser así en primer lugar, y por la que regresarán justo allí de nuevo. El carácter humano es demasiado obstinado para ser cambiado por una mera pandemia y por un cierre total del planeta.

Pero, ¿qué hay de ti?

Entonces ese es el mundo. Luego estás tú. ¿Cómo habrás llevado estas semanas? La pregunta es interesante porque la respuesta cristiana va en dos direcciones al mismo tiempo. Si eres sabio, no serás sacudido por lo que está pasando; pero tampoco seguirás sin cambiar.

1) El hombre sabio construyó su casa sobre la roca

Por un lado, tu fe debe de ser más que una fe que se derrumba por una crisis. Si esta pandemia te sacudió hasta las entrañas, tu cosmovisión, para comenzar, era muy superficial. Imagínate a dos personas, una al lado de la otra, hace un mes en la iglesia; una estaba ahí por costumbre; la otra estaba verdaderamente caminando con Dios y estaba sedienta por verdad. En ese momento ambas se lucían igual. Semanas después, las diferencias son más obvias. Esa es la razón por la que Jesús habló de un hombre insensato que edificó su vida sobre la arena, cuando vino la tormenta se llevó todo. Si has construido tu casa sobre unos cimientos no más profundos que sentirse feliz, estar seguros y proveer una “mejor” vida para tus hijos, todo se fue ahora. Puedes entrar en pánico. 

Pero, por supuesto que hay mejores cimientos para la vida. COVID-19 no requiere cambios emocionales salvajes ni cambios masivos de paradigma. La Escritura ya nos había dicho que este tipo de cosas podrían pasar y que solo Dios se mantiene el mismo cuando todo lo demás cambia. Desde una perspectiva bíblica, la gran cuarentena del 2020 cambió absolutamente nada importante sobre el mundo.

2) En el día de adversidad, considera

Ahora bien, la persona sabia escucha, medita y reevalúa en tiempos así. La cuarentena no debería sacudirte, pero tampoco es algo que casualmente puedes quitarte de encima. Recuerda las palabras de Salomón, “Alégrate en el día de la prosperidad, y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro” (Eclesiastés 7:14). Por varias semanas, nuestras vidas han sido drásticamente diferentes. Esto no ha sido un hiato de la vida real, a pesar de que el reloj dejó de marcar la hora temporalmente. Esta es tu vida. Estos son parte de los pocos días que tienes en el planeta Tierra para amar, servir y honrar a tu Creador. ¿Cómo has estado hasta ahora? 

Los varios detalles del virus seguirán siendo controversiales por un largo tiempo. Pero ¿podemos aprender lecciones de su mera existencia? La vida no es tan segura como pensábamos que era. Después de todo los antibióticos y la medicina moderna no han solucionado el problema de la muerte. El COVID-19 debió haberte enseñado que estuviste a un estornudo en mal tiempo y a una jugada de una enfermedad severa o la muerte, sea cual sea tu edad y tu actual estado de salud. Y por supuesto, fijándonos en la crisis y condenando a los gobiernos por no salvarnos de eso el el pico de la tontería. 

Porque a pesar de que sobrevivas al COVID-19 intacto, sigues siendo un caso terminal. Todos nosotros lo somos. Solo es cuestión de tiempo.

Nunca desperdicies una crisis

Un dicho común de los gobiernos es “nunca desperdicies una buena crisis” entonces, ¿qué hay de ti? Voy a argumentar que si estas semanas fuesen simplemente algo que hay que atravesar, hay una buena posibilidad de que lo estás desperdiciando, pero ¿qué tal si Dios te ha entregado una posibilidad única en la vida para le enseñes a tus hijos, tus parientes, tus vecinos y a tu iglesia que Él sigue teniendo importancia en tu vida de manera más grande que cualquier cosa que la vida propia pueda traer? Que tal si tomas un descanso de la política y le recuerdas a aquellos alrededor tuyo, que estás en paz con el hecho de que puede que mueras, y aún así ni siquiera te sacuda, porque Dios es tu roca, siempre lo ha sido y siempre lo será.

¿Qué quedará cuando el polvo se asiente? Las vidas y testimonios de aquellos que construyeron su vida sobre la roca sólida de Jesús y sus Palabras. ¿Ese eres tú?

Por: Joel Arnold

Fuente: http://rootedthinking.com/2020/04/10/what-will-be-left-when-the-dust-settles/?fbclid=IwAR105YqHJw2EqeBoQ5gpl3qc5BZlzzaLYpVX0ngPyESN-lu8OLWJw5gs9DM

Traducido y publicado por: Mariafernanda Artadi

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: