Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

Por Su muerte – Ep. 9

9. Por Su muerte sabemos que es apto para que sea nuestro sustituto.

[25] Por lo cual Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos. [26] Porque convenía que tuviéramos tal Sumo Sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y exaltado más allá de los cielos, [27] que no necesita, como aquellos sumos sacerdotes, ofrecer sacrificios diariamente, primero por sus propios pecados y después por los pecados del pueblo. Porque esto Jesús lo hizo una vez para siempre, cuando Él mismo se ofreció.

Hebreos 7:25 – 27

Proclamamos y celebramos la verdad de que Cristo Jesús puede salvar perpetuamente a aquellos que vienen a Dios por medio Suyo. Ha sido un gozo, por casi 17 años predicando, ver a hombres y mujeres, niños y niñas, encontrar esperanza transformadora, consuelo, y fuerzas en esta mera verdad, que Cristo Jesús vive para interceder por ellos por siempre. He observado florecer alabanza, fe, y arrepentimiento en medio de matrimonios difíciles, enfermedades continuas, dolor familiar, y muchas veces esta convicción ha sido un ancla para el alma. Cristo Jesús intercede por mí, siendo el sumo sacerdote calificado Y el sacrificio aceptable por mis pecados. Sin embargo, por muy reconfortante que sea afirmar que Él es el perfecto sacrificio sustitutivo que recibe mi castigo, y el que Él es el sumo sacerdote que indiscutiblemente es calificado para representarme, ¿cómo puedo saberlo con certeza? 

Yo soy, después de todo, imperfecto, el infierno no estará vacío, y el “ciertamente no morirás” ha sido el mantra del enemigo desde el mismo jardín del Edén. El hecho de que yo piense que estoy bien, y que haya encontrado a otras personas que me dan la razón, puede que no sea nada más que ilusiones. Un día Jesús dirá, “Apártense de Mí, malditos” a algunos. ¿Seré yo? ¿serás tú?

¿Podemos saber que la simple fe en Cristo Jesús significa que Él nos salvará? Sí podemos, y es por Su muerte que lo sabemos. Ven y mira esto conmigo en Hebreos 7:25-27. El versículo 27 termina con el cimiento principal de nuestra esperanza que Cristo Jesús puede salvar para siempre, “porque (aquí está la razón) esto Jesús lo hizo una vez para siempre, cuando Él mismo se ofreció”. 

Pregunta: ¿Quién era el gran Sumo Sacerdote?

Respuesta: Nuestro Señor Cristo Jesús, sabemos eso porque dice “Él ofreció”. 

Pregunta: ¿Cuál fue el sacrificio que fue ofrecido? 

Respuesta: El mismo Señor Cristo Jesús. Sabemos esto porque dice “Él mismo se ofreció”. Él era el Sacerdote, y Él era el sacrificio.

Muchos de nosotros hemos sentido la vergüenza ardiente de la culpa, la cual nos hace querer escapar y escondernos. ¿Puede Él cambiar eso? ¿Es Él un sacrificio digno? ¿Está Él calificado para interceder? ¿En verdad puede llevarse nuestros pecados? ¿Puede Él verdaderamente traerte a los brazos del Padre? 

Por su muerte sabemos que Él está habilitado y que Él sí puede. En Lucas 23:22 el tercer veredicto de Pilatos no era difícil de entender:  “¿Qué mal ha hecho Este? No he hallado en Él ningún delito digno de muerte…” Nadie responde su pregunta retórica. Creo que Lucas quiere que veamos la contradicción cruda en lo que viene a continuación: “…por tanto (¿en serio?), lo castigaré y lo soltaré”. Judas lamentó que la sangre que había traicionado había sido “inocente” (Mateo 27:4), y los fariseos no ofrecieron ninguna devolución. Como dice Hebreos 7:26, Jesús estaba calificado para ser ambos, sacerdote y sacrificio, siendo “santo, inocente, inmaculado”. Calificado de manera única como sacerdote, eterno y sin pecado , a diferencia de todos los demás sacerdotes que lo habían precedido (sacerdotes descalificados y muertos no pueden interceder por nadie). Además, por Su muerte sabemos que era calificado de manera única como sacrificio, no te pierdas el impacto de “una vez para siempre”. Día tras día, el templo tenía sangre, porque ningún sacrificio animal se ocupó finalmente del pecado humano. El escritor de Hebreos lo dijo de manera negativa: “Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados.” (Hebreos 10:4). Jesús mismo en la misma cruz lo puso de manera positiva “«¡Consumado es!». E inclinando la cabeza, entregó el espíritu” Juan 19:30. 

Que Dios mismo alcance nuestros corazones y nos libere de las cadenas axfisiantes de miedo, de inseguridad, de actitudes defensivas, y de orgullo, que ensucian nuestras relaciones más cercanas. Por Su muerte, Cristo Jesús es poderoso para salvar perpetuamente a los que se acercan a Dios por medio de Él.

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