
Por Su Muerte – Ep. 25
25. Por Su muerte vemos la conquista definitiva y absoluta de Satanás
“Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo” – Hebreos 2:14
Tres palabras pequeñas en la oración que nuestro Señor Jesús enseñó a sus discípulos, deberían despertarnos a ver el tipo de mundo en el que vivimos “líbranos del mal” (Mateo 6:13). En primer lugar, que el mal en verdad existe, y en segundo lugar, que necesitamos orar para ser librados de él cada día, estas son verdades profundamente perturbadoras. La Biblia habla de un demonio real y personal. Él “se disfraza como ángel de luz” (2Corintios 11:14). La Biblia habla de personas en el “lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer su voluntad” (2 Timoteo 2:26). Eso suena escalofriantemente cierto, dadas las cosas inhumanas que aparecen en nuestras cabezas, y las cosas terribles que los hombres y mujeres, niños y niñas están haciendo el uno con el otro en todo el mundo justo ahora. El demonio es invisible, así como su ejército de ángeles caídos. Son peligrosos. Nos odian. No podemos verlos.
¿Ganarán? ¿podrían ganar? ¿quizás mi fe no será lo suficientemente fuerte? Podemos poner llave a nuestras puertas, lavar nuestras manos, y practicar el distanciamiento social (En Reino Unido, algunas personas especialmente vulnerables se esconden, esto significa que no ven a nadie, nunca.), pero nada de esto puede proteger contra un maligno e invisible enemigo de almas.
Pregunto de nuevo, ¿ganará? ¿podría ganar? La respuesta es no, y no, no lo hará. Sabemos que no será así por Su muerte, Cristo Jesús derrotó al diablo/satanás para siempre y de manera decisiva.
Veamos esto en tres textos independientes, en cada uno, dos cosas son abundantemente claras. En primer lugar, que el diablo/satanás es decisivamente derrotado; y en segundo lugar, que fue derrotado por la muerte de Cristo.
El primero, “Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte” (Apocalipsis 12:11) “Ellos lo vencieron (Satanás)..”, esto es más que un retraso, es una derrota decisiva. Es más, ellos lo hicieron “por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos [sobre la cruz]”.
Siguiente, “Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre[i], también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo” (Hebreos 2:14) “para anular… al diablo” ¿cómo? “mediante la muerte”
Por último, y con un detalle extra, “Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él” (Colosenses 2:15). “Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público… triunfando sobre ellos”. Una vez más, esta no es simplemente una batalla en una lucha de largo tiempo, es derrota en una guerra. Y una vez más, ocurre la derrota “triunfando sobre ellos por medio de Él”, ese “Él” se refiere a Cristo Jesús crucificado (el versículo anterior lo hace irrefutable al hablar de la crucifixión).
¿Existe satanás? Sí, sí existe. ¿Satanás y su horrible ejército nos odian? Sí, así es. ¿Prevalecerán en contra de nosotros quienes hemos huido por refugio en Cristo? No, no lo harán. No ahora, ni nunca. Sabemos esto por la muerte de Cristo en la cruz.
Por: David Bhadreshwar
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