Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

Por Su Muerte – Ep. 23

23. Por Su muerte tenemos una esperanza imbatible de verdad

“¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Tal como está escrito: «Por causa Tuya somos puestos a muerte todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero».” Romanos 8:34-36

Por la muerte de Cristo no hay, ni habrá jamás separación alguna entre el pecador justificado y el amor de Dios. Los versículos de arriba lo dejan muy claro en un contexto que es francamente salvaje. Digo “salvaje” por el lenguaje que se utiliza, un lenguaje que indica que los guantes ya están colgados. “tribulación… angustia… persecución… hambre… desnudez… peligro… espada… Por causa Tuya somos puestos a muerte todo el día… somos considerados como ovejas para el matadero” Aquí no hay palabras esponjositas de unicornios, bienvenido al planeta Tierra lleno de un montón de  exquisito dolor frecuente. ¿Cáncer? ¿División familiar? ¿Eres crónicamente incomprendido? ¿Dificultades económicas? Fíjate bien, esto no es a pesar de estar en Cristo, es “por causa tuya”. Ouch.

Los golpes duros de la vida nos enseñan que las soluciones de frases conocidas, no son adecuadas para lidiar con el desorden de la vida en un mundo roto. “Es fácil,  – Santo Remedio – solo [llena el vacío con el remedio del día], y todos tus/ nuestros/ sus problemas desaparecerán”. La manera en la que la Biblia le da sentido a nuestras experiencias más que cualquier otra cosa, es asombrosa. Porque la vida es muy a menudo angustiosamente desordenada y complicada. A pesar de eso, el pecador justificado rebosa de esperanza indestructible. 

La iglesia de Cristo Jesús ha sido conocida a lo largo de la historia como personas que cantan. ¿Cómo es eso?

Ellos cantan porque ninguna de las dificultades mencionadas arriba puede separar al pecador justificado del amor de Dios. 1000 años antes de Pablo, el Salmista expresó la misma convicción, “ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida” o “de día mandará el Señor Su misericordia”. Si eso es verdad, si esa es mi realidad en Cristo, entonces tengo esperanza sin importar lo que mis sentimientos, circunstancias o sociedad puedan estar gritando. El amor está en camino. Yo sé que, “al que confía en el Señor, la misericordia lo rodeará”, y que, “muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el Señor”.

Para mí, Romanos 8:34 está entre unos de mis textos de prédica favoritos, ya que nos dice exactamente lo que CRISTO está haciendo en este momento, y COMO es que Su amor me alcanzará. Me alcanzará porque Él es Jesús “el que también intercede por nosotros”. Donde sea que esté, lo que sea que esté enfrentando, el Cristo resucitado está personalmente intercediendo por mí, el pecador justificado. Aquí hay una mina de oro inagotable. Que detenga las repugnantes pasiones de mi carne, y estimule y sostenga cientos de iniciativas frescas para amar bien a las personas.

Puedo hacerle frente a cualquier prueba con, “mi Jesús intercediendo por mí” ¿Sobre qué base? Sobre la base de Su muerte en mi lugar, y de haber sido levantado a la diestra de Dios. 

Por Su muerte yo sé que sí existe la esperanza indestructible.

Por: David Bhadreshwar

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