Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

Por Su muerte – Ep. 15

15. Por Su muerte conocemos Su cuidado tierno en la tierra.

“Por tanto, se dijeron unos a otros: «No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, para ver de quién será»; para que se cumpliera la Escritura: «Repartieron entre sí Mis vestidos, y sobre Mi ropa echaron suertes». Por eso los soldados hicieron esto. Y junto a la cruz de Jesús estaban Su madre, y la hermana de Su madre, María, la mujer de Cleofas, y María Magdalena. Y cuando Jesús vio a Su madre, y al discípulo a quien Él amaba que estaba allí cerca, dijo a Su madre: «¡Mujer, ahí está tu hijo!». Después dijo al discípulo: «¡Ahí está tu madre!». Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa.” – Juan 19:24-27

Celebramos y muy a menudo compartimos promesas remarcables encontradas en las páginas de la Biblia. Isaías 41:10 “… Te fortaleceré, …  te ayudaré, … te sostendré”, o Isaías 46:4 Aun hasta su vejez, … Yo los cargaré …Yo los sostendré, y Yo los libraré”. Mira su cuidado tierno mostrado con la viuda llorando en duelo por su único hijo, Lucas 7:13 “Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores».” Las promesas son francamente evidentes y notorias en cuanto a su cuidado y alcance. Salmo 27:10 dice “Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, El Señor me recogerá.” Pase lo que pase, el Señor me acogerá. 

“Jesús murió por los pecadores” proclamamos con tanta facilidad, y cada creyente entiende que Jesús está allí para rescatar en momentos de crisis. Sin embargo, ¿qué hay del día después del funeral? ¿de la mañana después que terminas una relación? ¿de las noches frías después de la discusión? ¿después del adiós? Ese día siguiente, y cada día que le sigue. Semana tras semana, mes tras mes. ¿Cristo podría cansarse? ¿Es un compromiso a largo plazo o una llamada de emergencia? 

Los días y las noches pueden parecer largas, y la pregunta nos acecha, ¿Le importa? ¿Puede su cuidado ser suficiente para seguir igual? Hay muchas personas muy solitarias. El hecho de que pueda contar un chiste y cumplir con mis deberes no significa que no sea depresivo ni tenga pensamientos suicidas. ¿Puedo esperar cuidados a largo plazo? 

Sí puedo. En la muerte de Cristo queda definitivamente claro que Él tiene cuidado , y vemos Su normal (y milagrosa) forma de cuidado tierno. 

La crucifixión de Cristo Jesús fue inhumana. Ellos lo colgaron como un trozo de carne, luego dividieron sus prendas. Un tiro de dados definió quién se quedaba con la túnica. ¿Pueden acaso las palabras explicar la angustia sentida por la madre de Jesús, mirándolos matar a su primogénito? Ella había acurrucado ese cuerpo clavado en el madero. En el antiguo testamento, Ana hacía y le llevaba una túnica pequeña cada año a su hijo Samuel que servía en el tabernáculo. ¿De dónde venía la túnica de Jesús? ¿Es mucho imaginar que las mujeres la hubieran proporcionado? ¿Cómo se sentían ellas al verla tratada como si fuera un tipo de trofeo? Él oró por los que lo estaban crucificando, Él prometió el paraíso para el ladrón. ¿Él tuvo palabras para María y las mujeres que estaban con ella?

Esto importa porque Él nos enseñó a “honrar’ a padre y madre. Pablo expresó el corazón de Dios en 1 Timoteo 5:8, “Pero si alguien no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” “Mujer desafortunadamente eres la excepción aquí, ¿disculpa que no sea parte del paquete?  ¿Recuerdas lo que Simeón te dijo? Lucas 2:35, “y una espada traspasará aun tu propia alma”, ¡fuiste advertida, madre!”. No, eso no es lo que dice. 

Él le dijo a su madre, “¡Mujer, ahí está tu hijo!”, y a Juan (quien se llama a sí mismo, “el discípulo a quien Jesús amaba”), “¡Ahí está tu madre!”. ¿Qué está haciendo el Señor Cristo Jesús? Él creó una nueva relación familiar. Él proveyó cuidado para su madre a largo plazo. Mis profesores de ingeniería en la universidad siempre decían que teníamos que ser creativos en nuestra solución de problemas. Sin embargo, la creatividad del Señor Cristo Jesús es de otro nivel. “Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa” Él está proveyendo para sus familiares. Él está creando nuevas comunidades. Él está creando cuidado a largo plazo. 

¿Cómo? Este mismo Juan escribió después, “Nosotros amamos porque Él nos amó primero” (1 Juan 4:19). Leímos que Juan es el discípulo que Jesús amó, amado por Cristo para poder amar. “Juan, tú cuida de ella por mí”. 

Su creatividad amorosa no tiene límites, Él tiene muchas maneras de hacerlo realidad. Yo no sé CÓMO lo hará, pero sí sé que Él está comprometido con el cuidado a largo plazo de Su gente (pueblo). Por Su muerte (donde experimentamos Su amor por nosotros), el Señor Jesús CREA cuidado a largo plazo. 

Por: David Bhradeshwar

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