
¿Por qué necesito perdón? Cuidado con las respuestas equivocadas
¿Cuál es para mi el objetivo final de la cruz en el perdón de mis pecados? Esta es una de las preguntas más fundamentales en el mundo. y la pregunta se responde de muchas maneras diferentes, por algunas respuestas buenas, algunas respuestas pobres, y también algunas respuestas erróneas. Y John Piper nos ayuda a analizar las respuestas en un sermón en el 2015 para la red de plantación de iglesias Co-Misión en Canterbury, Inglaterra. Aquí está cómo lo explica.
¿Recuerdas Romanos 1:18 donde dice que en injusticia restringimos la verdad de la gloria de Dios y abrazamos otras cosas? Pues bien, esa palabra “injusticia” es la palabra que se usa en 1 Pedro 3:18: Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, “el justo por los injustos.”
Así que, ya que Dios mira y ve los corazones que prefieren otras cosas que a Él, Él no sólo se enoja, Él dice: Voy arreglar eso. Y la primera cosa que voy a hacer es poner a mi hijo perfectamente justo, quien nunca cambió un poco de mi gloria por algo más, voy a poner a mi hijo allí para tomar su lugar y soportar esa ira que siento tan fuertemente hacia su idolatría. Y lo puse en ese lugar, y derramaré mi ira sobre Él.
“Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18).
Por lo tanto, lo leeré otra vez: “Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por [los que restringen la verdad, los que cambian a Dios] los injustos,” y luego aquí está la frase clave “para llevarnos a Dios.” Por esta razón ese versículo es el más importante en mi comprensión del evangelio. Sé que hay preciosas verdades que predicamos en el evangelio y terminamos en ellas cuando ellas, de hecho, no son la terminación definitiva.
Lo que quiero decir es esto:
Cristo murió para que mis pecados pudieran ser perdonados. Eso es glorioso. Cristo murió para que pudiera ser justificado o contado perfectamente justo en la presencia del Dios santo. Eso es glorioso – y eso no es el objetivo final de la cruz. Cristo murió a fin de que su ira pudiera ser removida. Eso es glorioso – y eso no es el objetivo final del evangelio. Cristo murió para que no pudiera ir al infierno. Eso realmente son buenas noticias – y eso no es el objetivo final del evangelio. Este versículo expresa el objetivo final del evangelio. Lo leeré otra vez: “Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18). Todas estas otras cosas – perdón, justificación, remoción de la ira, escape del infierno – son todos los medios para llegar a Él.
A menudo pregunto a las personas: ¿Por qué quisieras ser perdonado? Todos estamos cantando y agitando nuestras manos y, sí: ¡perdón, perdón, perdón! Y yo diré: sí, sí, sí, ¿por qué? Hay un montón de respuestas malas a esa pregunta, una gran cantidad de respuestas que deshonran a Dios.
Si ofendo a mi esposa en la mañana y luego en el desayuno hay hielo en el aire, su espalda es hacia mi. Ella está en el lavamanos. Esta relación se rompe. Es mi culpa. ¿Qué debe ocurrir? Necesito pedir perdón. Necesito arrepentirme, y ella necesita darme perdón. ¿Por qué? ¿Por qué quiero el perdón de ella?
Aquí está una mala respuesta: Si no consigo el perdón, ella no podría hacer la cena para mi esta noche. Un montón de gente responde a Dios de esa manera. Aquí hay otra mala respuesta: Odio tener una conciencia culpable todo el día. Quiero arreglar esto ahora, porque no me gusta tener una conciencia culpable todo el día. Esa es una mala respuesta. Es la verdad. Simplemente no tengo nada que ver con su valor. O el valor de Dios. ¿Verdad? El cristianismo es bueno para mi bienestar psicológico. Muchas gracias, Dios. Tómate unas vacaciones. He conseguido lo que quería: bienestar psicológico. ¿Lo entiendes? ¿Puedes ver lo que está pasado?
Si no llegamos a Dios a través del perdón, a través de la justificación, a través de la propiciación, a través del escape del infierno, a través de la remoción de la ira, si no llegamos a Dios y lo amamos y lo atesoramos y lo valoramos y decimos, Él es todo para nosotros, no ha sucedido. La salvación no ha sucedido. De eso es lo que se trata. Esto es acerca de Él. No se trata de mi siendo perdonado, de mi saliendo del infierno, de mi libertad de la ira. Se trata de mi llegando a Dios. Fui hecho por Dios. Fui hecho para conocerlo y amarlo y estar con Él en una comunión que satisface mi alma, y porque esto satisface mi alma, esto glorifica su nombre. Ese es el fin de la historia. Todo lo demás es un medio.
Me encanta este versículo. “Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez,” – mis pecados. Mis pecados de cambiar a Dios por otras cosas. Él murió para que yo pudiera llegar a Él y finalmente descubrir lo que es mi tesoro y mi valor en Él. Esa es la primera cosa que tiene que ocurrir para restaurar a Dios en el centro, es que Cristo deba morir por nuestro cambio injusto. Y Él lo hizo. Y ese es el corazón del evangelio. Pero no es el objetivo del evangelio. El objetivo del evangelio es Dios.
Por: John Piper. © Desiring God Foundation.
Fuente: “Why Do I Need Forgiveness? Beware of the Wrong Answers”.
Traducido por: Daniel Elias
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