
¿Por qué Dios nos santifica lentamente?
Note las implicaciones de esta palabra: “renueva”. Estamos siendo “renovados” día a día (2 Corintios 4:16). Si estás siendo renovado día a día, ¿qué implica eso? Implica que: la esperanza se desvanece, el ánimo disminuye, tu ‘tanque de combustible’ tiene fugas. Encuentro increíblemente alentador que el apóstol Pablo pareciera decir: “Tengo un secreto, y no es un secreto de cómo nunca necesitar renuevo. Puedes tener una experiencia y ya no necesitarás más renuevo”. Ese no es el mensaje. De hecho, el mensaje es increíblemente realista.
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Día a día, se renueva, lo que significa que todos los días se filtra tu ‘tanque’, cada día te desvaneces, todos los días te agotas. Eso es lo que dice. Tú no necesitarías ser renovado día a día, si podrías hacer funcionar tu auto con el combustible del día anterior, si tu metabolismo podría funcionar en la comida de ayer, o si el dolor de tu cabeza puede aliviarse con la dosis de ayer. No puedes vivir la vida de hoy con la novedad de ayer. Esto es simplemente enorme.
Aquellos de ustedes que han sido cristianos por un tiempo, saben esto. Pero si eres un nuevo creyente, esta es una de las cosas más importantes que puedes aprender en tu vida porque es muy fácil pensar, con la emoción que acompaña que Jesús viva en tu vida: “Lo he encontrado. Estoy en lo alto. Estoy volando con alas de águila.” Pero pronto no lo estarás. Y entonces tendrás que encontrar maneras de poner aire debajo de tus alas todos los días.
Y Pablo parece decir: “Sé cómo hacer eso”. Ese es el secreto que busco aquí. No quiero perder el ánimo, ni un día. Quiero el secreto de ser renovado día a día, no cada semana, ni cada mes. Todos los días quiero encargarme de esto para así poder caminar. Sé que la vida será una batalla. Esa es la aplicación de ser “renovado”. Entonces, Pablo, realmente, realmente quiero lo que dices que tienes. Y dices que se necesita renovar.
Esto es lo que Jesús quiso decir en Mateo 6:34, que a cada día le bastan sus propios problemas. “No se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas.” ¿Alguna vez pensaste en esa frase, “sus propios problemas”? Es como, ¿qué día es hoy? Viernes. Muy bien, hay problemas el viernes. ¿Adivina qué? Habrá problemas el sábado.
Eso es lo que dijo Jesús. Esto no es como que yo sea un profeta. Cada día tiene sus problemas. Está determinado que así sea. Habrá problemas el domingo. Me subiré a un avión mañana. Tal vez la rueda delantera se caiga. No lo sé.
¿Pero sabes qué más? Lamentaciones 3:22-23 dice que las misericordias del Señor “son nuevas cada mañana”. No sé cuántos años he estado usando estos textos para mi alma. Por un lado, todos los días tienen sus propios problemas. Pero por el otro, todos los días tienen sus propias misericordias. Esto está en Lamentaciones 3:22-23, y esto está en Mateo 6:34. Dios los ha emparejado. Eso es parte del secreto. Mañana tendrá sus problemas, y mañana tendrá sus misericordias. Y esas misericordias deben ser aprovechadas por el secreto aquí de la renovación porque tuve algunas misericordias esta mañana, y no están diseñadas para mañana. Fueron diseñadas para hoy, y las estoy sintiendo ahora mismo.
'Las misericordias del Señor son nuevas cada mañana.' Click To Tweet
Mañana van a haber nuevas misericordias, y el secreto que Pablo tiene aquí es: ¿Cómo te ubicas bajo ellas? ¿Cómo te sumerges en ellas? ¿Cómo las experimentas? Me detuve aquí mismo en mi preparación. Dado que esta conferencia está bajo el lema “Soli Deo Gloria”, solo a Dios sea la gloria, le pregunté a Dios en oración, “¿Hay algo en este texto que me diera una pista de por qué lo estableciste de esta manera: que tengo para ser renovado día a día? Quiero decir, podrías haberme llevado a la máxima santificación y haberme mantenido allí. ¿Sabes cómo sé que podría? Porque él lo hará cuando Jesús regrese. Nunca volveré a pecar después de que Jesús regrese. Entonces, ¿por qué estoy pecando ahora? “Quiero decir, Señor, solo haz eso. Lo vas a hacer luego; hazlo ahora”. Y él responde: “No es el plan”.
“Tenemos este tesoro en vasos de barro” por una razón: el barro necesita renovarse todos los días, el barro que no puede sostenerse por sí mismo más de 24 horas o en la gracia de ayer por 24 horas, todo para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios (2 Corintios 4:7). Puedes ponerte delante de Dios acerca de esto y decir: “No me gusta el plan. No me gusta el plan de que me dejes sin santificar y batallando todos los días con el agotamiento, teniendo que ser renovado con gracia todos los días. No me gusta el plan. Me gustaría terminar la batalla”.
Y Dios diría: “Bueno, ese es el plan. Y la razón por la cual es el plan es que voy a obtener algo de gloria en tu vida. Si no lo hiciera de esta manera, te volverías arrogante al respecto. Creerías que lo hiciste. Creerías que tu fuerza venía de ti. El hecho de que te hayas quedado sin ‘combustible’ todos los días te lleva a la ‘estación’, y la ‘estación’ soy yo”.
Así que Dios tiene sus razones de por qué nos salva en etapas, nos santifica lentamente, y nos hace llenar cada día de su suministro, para que no nos olvidemos de dónde viene el ‘combustible’.
Por: John Piper © Desiring God Foundation.
Fuente: “Why God Sanctifies Us Slowly”.
Traducido por: Daniel Elias.
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