Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

La sabiduría en dar a tus amigos espacio para pecar

La muerte, los impuestos y el ser pecador están asegurados hasta que Jesús venga a llevarnos a casa.
Este artículo no se trata de la muerte o los impuestos.
Es sobre las perspectivas de ser pecaminoso – una realidad que nunca podremos erradicar completamente de nuestras vidas.
El pecado sólo es deprimente para aquellos que no tienen esperanza. Nosotros tenemos esperanza. Su nombre es Jesús, y estar en Cristo nos posiciona en una mejor perspectiva acerca del lado más oscuro de nuestras vidas, mientras nos da más capacidad para superar esa realidad (1 Corintios 15:19-20; Romanos 8:37).
Vamos a autoevaluarnos: Lee la siguiente oración y dime dónde normalmente pones el énfasis:

“Yo he pecado y necesito ser restaurado.

Usted tiene dos opciones. Puede colocar el énfasis en la realidad del pecado de una persona o puede colocar el énfasis en la realidad de los poderes restauradores del Evangelio.
Donde coloque el énfasis en sus relaciones le dirá mucho acerca de cómo usted piensa de esas relaciones, así como la manera de pensar acerca del Evangelio. Si usted normalmente pone el énfasis en el pecado de una persona antes que en el poder restaurador del Evangelio, entonces usted necesita una reorientación en su manera de pensar sobre el Evangelio.
En este artículo, voy a darte tres condiciones potenciales de nuestros corazones que alimentan nuestra motivación de colocar el énfasis en el pecado cometido antes que en el poder y la esperanza que se encuentra en el Evangelio.

El pecado sólo es deprimente para aquellos que no tienen esperanza.

Sorpresa

Estar sorprendido, asombrado, o atónito cuando una persona peca es tener una escasa comprensión del Evangelio. Tiempo atrás, en el jardín del Edén un hombre y una mujer eligieron pecar (Génesis 3:7).
Su decisión de no creer en Dios, eligiendo más bien confiar en Satanás, llegó a ser un gran problema para nosotros porque ellos fueron las personas que nos engendraron.
Una cosa limpia no puede salir de una cosa inmunda (Job 14:4), lo que significa que el pecado se extendió a todos nosotros. Ver Romanos 5:12, 3:10-12, 3:23.
La universalidad del pecado no permite que nadie se escape de cometer pecado. No importa quien sea la persona. Un predicador o un campesino, por cuanto todos pecaron. Cristiano o no cristiano, todos tenemos un problema en común (1 Juan 1:7-10).
La última cosa que debería sucedernos cuando escuchamos de una persona cometiendo pecado es ser tomados por sorpresa. Colocar el énfasis en su pecado, en lugar de estar listo para restaurarlo, es lamentablemente inadecuado en cualquier relación.
Personalmente, no me gustaría rodearme de personas que se sorprenden con mis luchas con el pecado. No necesito su asombro; necesito su ayuda. Cada vez que he empezado un grupo pequeño, he dicho a los miembros de esos grupos que pecaría contra cada miembro en el grupo.
Tristemente, he cumplido mi palabra.

No necesito que estés sorprendido cuando peco; necesito que te preocupes por mi.

Ira

Otra manera en que una persona coloca el énfasis sobre el pecado, antes que en los esfuerzos de restauración que la persona pecadora necesita, es eligiendo la ira como una respuesta al pecado de alguien. Esta reacción al fracaso de otro no ayuda, y, para ser honesto, no tiene sentido.
Si usted está enojado conmigo porque peco, entonces asumiría que su ira es porque usted no quiere que peque, pero si usted no quiere que peque entonces déjeme darle un consejo: enojarse conmigo no ayuda. Es un enfoque ilógico para la restauración del alma.
La persona que elige la ira pecaminosa como respuesta al pecado de alguien está saboteando el proceso redentor de cambio. Si esto sucede, entonces sería sabio explorar lo que está pasando en el corazón de la persona que responde con ira pecaminosa (Santiago 4:3).
Por lo general, la persona enojada está más interesada en sí misma que en la persona que ha caído en la gran lucha cósmica en la que todos estamos comprometidos. En lugar de movilizar toda su energía y recursos para recoger al Cristiano caído, está de pie sobre él, mientras lo reprende.
Es como conducir en un accidente de tránsito, salir de su vehículo, y gritar a las personas que están esparcidas por toda la carretera. No es sabio hacer esto, pero cuando ese es el actuar, hay una fuerte desconexión en la mente de la persona en su primera respuesta que debe moverse para ser redentor antes que antagonista.

Vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre. – Gálatas 6:1 (RV60)

El pecado de otros es nuestro llamado a restaurar. Esto es lo que Pablo nos dijo que hiciéramos en Gálatas 6:1. Él dice que los esfuerzos de restauración son para aquellos que son espirituales. Esto implica que si una persona está más enojada con el pecado cometido en lugar de estar más comprometida en los esfuerzos restauradores necesarios para restaurar, entonces hay algo mal son su espiritualidad.
Podría ser que la persona no sea Cristiana, por lo que no es espiritual (1 Corintios 2:14). Sin el Espíritu de Dios iluminando nuestras mentes con respecto a las oportunidades de redimir, nunca seremos capaces de ver las oportunidades que se perciben espiritualmente.
Si la persona es Cristiana, pero todavía está más enfocada en el pecado cometido en lugar de las necesidades de redención de la persona que pecó, entonces hay un ídolo funcional que necesita ser excavado en el corazón de la persona que responde así.
Hay algo que la persona enojada quiere que es más importante para ella que lo que necesita la persona que peca. El lugar más común donde se encuentra este tipo de idolatría es dentro de las construcciones familiares.
Por lo general, es cuando el pecado de un miembro de la familia está interfiriendo con lo que la persona enojada quiere. Su ídolo está siendo descuidado, lo cual es causa de su ira (Santiago 4:1-3).

Una respuesta airosa al pecado de alguien sabotea la restauración que necesita.

Condenación

Una forma de la ira es la condenación. He sacado esta palabra de la caja de la ira para resaltarla porque es una de las más fáciles manifestaciones de la ira para agarrar a fin de golpear a un Cristiano caído. La ira, tal como se usó en la sección anterior, dice,

“Lo que usted está haciendo es impedirme conseguir acariciar a mi ídolo, entonces voy a dejar que usted lo tenga”

La condenación dice,

“Yo soy mejor que usted y mi crítica es una de las maneras en las que puedo recordarle que soy mejor”

Mientras que la ira y la condenación fluyen del mismo autosuficiente corazón, tienen diferentes objetivos.

  • Ira es manipulación. Es una manera de conseguir que la persona cambie y así pueda conseguir lo que quiero en lugar de ayudar a la persona a cambiar porque necesita ser restaurado.
  • Condenación es un alarde de arrogancia. Cada vez que critico a una persona, estoy diciendo que soy mejor que ellos. Podría haber varias razones para este tipo de crítica, espíritu de condena. Aquí hay dos de las más comunes:
  1. Creo que soy mejor que tú, así que es natural para mí criticar recordándote tus fallas. Este es quien soy, una persona autosuficiente y arrogante.
  2. Quiero sentirme mejor conmigo mismo, y una de las maneras en que puedo alimentar mi orgullo es dándote a conocer lo malo que eres.

De cualquier manera, la caída de una persona es la oportunidad de una persona autosuficiente de moverse para resaltar lo que la persona hizo mal. Dentro de ese esquema, el pecado de una persona se convierte en el forraje que alimenta el malvado corazón del autosuficiente idólatra.
La caída es una oportunidad para la persona autosuficiente de poner en relieve lo que la persona hizo mal.

La Gracia tiene fronteras amplias

Las personas que entienden el Evangelio pueden decepcionarse por el pecado de otros, pero ellos no están controlados por el pecado de otros. No hay sorpresa en los corazones de las personas centradas en el Evangelio que experimentan el pecado de otros.
Ellos esperan que la gente caída caíga, sin embargo ellos no los juzgan y no son cínicos o sospechan de ellos. Ellos son bíblicos en verdad. Saben que Adán cayó, y todos nosotros caímos con él. Ellos han experimentado la profundidad del Evangelio y están siendo transformados por su poder.

Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo Jesús. 2 Timoteo 2:3 (NVI)

Al igual que un soldado firme, ellos están vigilantes y listos para el llamado a la acción. Cuando un compañero caído es atravesado por los dardos de fuego del maligno (Efesios 6:16), el hombre o la mujer que esté lleno del Evangelio ciñe sus lomos y se enlista en la batalla.

Dispónganse para actuar con inteligencia; tengan dominio propio. 1 Pedro 1:13 (NVI)

Ellos están listos, dispuestos, y capacitados para dejar de lado todo lo que esperaban, mientras buscan el mayor bien de un amigo en necesidad. Este dejar de lado lo que quieres por el bien de otros está en el corazón del Evangelio. Es la mente que Dios quiere que tengamos (Filipenses 2:3-6).
Las personas guiadas por el Evangelio ponen el énfasis en la restauración porque pueden. Aquí es donde los Cristianos tenemos la ventaja sobre nuestra cultura. Tenemos una respuesta. No estamos atrapados en el pecado; ya hemos avanzados hacia soluciones redentoras.
Sólo el Evangelio puede darnos este tipo de acceso y poder.
Es importante que demos a las personas fronteras amplias para ser quienes realmente son. Recortar la Gracia a lo que usted quiere, espera, demanda, o lo que cree que merece eludirá su papel en lo que el Evangelio puede hacer a través de usted por los demás.
No hay pecador o pecado fuera de la capacidad de Dios para redimir. No debemos restringirlo al esperar que la gente no peque. Deles espacio para tambalearse. Deles espacio para ser lo que realmente son.
Si no lo hace, ellos pueden verse tentados a buscar otros medios para satisfacer sus expectativas irracionales. Por ejemplo, si su respuesta normal al pecado de una persona es la sorpresa, ira, o condenación, les tentará a que le mientan.

¿Te tiento a mentir?

Si he respondido a mis hijos en alguna de las maneras antes mencionadas, estaría entrenándolos para estar vigilantes en dejarme saber sobre sus fracasos. ¿Por qué querrían decirme la verdad si todo lo van a obtener de mí es un ataque verbal? ¿Quién quisiera ser gritado?
Si han pecado, ciertamente no necesitan que mi pecado esté encima de su pecado. ¿Debería decir lo obvio aquí?
Esto no ayuda.
El Evangelio nos da más inteligencia en esto.

  • No quiero que nadie peque.
  • No quiero dar permiso para que la gente peque.
  • No quiero pecar o crear situaciones donde tengo tolerancia al pecado.

Dicho esto, la verdad es que pecaré al igual que usted. Debemos ir más allá de la siempre presente ralidad del fracaso personal, y pensar más en cómo estar listos cuando lo inevitable pase. Si no haces eso, entonces no serás capaz de ayudar a la persona que quieres que deje de pecar.
Hay algo intelectualmente deshonesto en la persona que dice que quiere que sus amigos dejen de pecar, pero no manifiesta la Gracia para ayudarles a dejar de pecar.
Intelectualmente deshonesto es una manera adornada de decir que hay algún tipo de maldad operando en el corazón de la persona que clama a Cristo, pero no actúa como Cristo lo haría con los demás. No estar dispuesto a mostrar el mismo tipo de misericordia que se te ha mostrado es errar al blanco del Evangelio (Mateo 18:33) por una milla.

Autoevaluación

Volviendo a mi pregunta de autoevaluación. Si usted es más propenso a colocar el énfasis en el pecado más que en el Evangelio, entonces eche un vistazo a estas preguntas como una forma útil de examinar el por qué usted puede estar haciendo esto. También le hago un llamado a obtener ayuda. Deje de patearse en el pie, así como en el pie de los que debería estar restaurando.

  • ¿Pregunte a su cónyuge o un amigo cercano donde ellos perciben su énfasis?
  • Si usted lo coloca más en el pecado que en el Evangelio, entonces ¿por qué está más centrado en el pecado que centrado en el Evangelio?
  • ¿Qué es lo que está operando en su corazón que lo motiva a responder de esa manera?
  • ¿Qué es lo que le ha impedido convertirse en una persona que se enfoca en el Evangelio? ¿cuáles son los motivos que controlan su corazón?
  • ¿Cuál es su plan práctico y activo para cambiar? ¿Le dirá a alguien, que sea lo suficientemente competente para ayudarle, lo que está pasando en su corazón y luego hacer planes para cambiar?

Por: Rick Thomas
Fuente: http://rickthomas.net/the-wisdom-in-giving-your-friends-and-family-room-to-sin/
Traducido por: Daniel Elias

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