Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

La raíz de la salud mental

Después de la medicación, quizás el remedio más común para la mayoría de trastornos mentales y de comportamiento es – y ha sido durante casi medio siglo – algún tipo de mejora de la autoestima. Está presente en nuestras instituciones educativas, los sistemas psicoterapéuticos y de consejería, el desarrollo personal y la industria motivacional, la publicidad, e incluso la iglesia.
Creo que el remedio es defectuoso. Y sus formas cristianizadas pueden implicar perspectivas dañinas de Cristo y su cruz. Por ejemplo, es profundamente equivocado convertir la cruz de Cristo en una justificación para la autoestima como la raíz de la salud mental.
La frase clave en mi oración, “es profundamente equivocado convertir la cruz de Cristo en una justificación para la autoestima como la raíz de la salud mental,” es “la raíz de la salud mental.” Creo que es profundamente erróneo decir que ser amados por Dios trae salud mental si lo que quiero decir con “ser amados” es principalmente que ahora debería tener autoestima – si “ser amado” significa “soy digno de ser amado.” O “valgo la pena amar.” O “Dios no ama basura.” Esto comete dos errores.
Uno es que se pierde la realidad, la gloria, la maravilla y la libertad de la gracia, que es la elección absolutamente libre de Dios de poner su amor en quien le plazca, y levantar de las piedras hijos de Abraham si Él quiere mostrarnos que de las piedras está bien. El otro error es menospreciar la inmensurable gran experiencia del amor de Dios en y por sí mismo, no por su aprobación en mi valor. En mi manera de ver las cosas, el amor de Dios es un regalo de Dios que me permite verlo y estar con Él y disfrutar de Él para siempre. Si trato de tomar ese regalo divino y apreciado de Dios para mi y decir que me hace feliz porque me ayuda a sentirme bien acerca de mí, algo está profundamente mal.

Tu único valor

Sin embargo, al decir que la raíz de la salud mental no es la autoestima, sino más bien el disfrute de Dios como Dios y su libre gracia como gracia, no he dicho que no hay verdad en el concepto del valor humano ( aunque me ahogo en la frase “autoestima” ya que la palabra “auto” delante de la palabra “estima” parece realmente empujar el asunto más allá de donde la Biblia lo toma). Jesús dijo que ustedes son de mucho más valor que las aves (Mateo 6:26).
Y creo que esto significa en última instancia que los seres humanos tienen la única capacidad de disfrutar de Dios como Dios y reflejar su valor y gloria como ninguna otra criatura lo haría. Así, el valor de los seres humanos es nuestro potencial dado por Dios para sacar provecho de Dios a través de disfrutar de Él y valorarlo y apreciarlo y apreciar sus caminos.

Tu esperanza de perfección

¿Debemos creer que somos “perfectibles” a fin de esperar en el cielo como conviene? Sí, Y todo depende de lo que significaría ser “perfecto”, y quién está haciendo la perfección.
Dios lo hace (“Que el mismo Dios de paz los santifique por completo.” 1 Tesalonicenses 5:23), y perfecto significa perfectamente adecuado, apropiado y completo para deleitarse en Dios con la misma energía y pureza con la que Él se deleita en sí mismo (“Para que el amor[del Padre] con que Me amaste[al Hijo] esté en ellos y Yo en ellos.” Juan 17:26).

¿Dios cometió un error conmigo?

¿Deberíamos decirle a una persona abandonada que tenga una gran “autoestima” cuando se siente un fracaso y un pedazo de basura? En primer lugar, abordemos la frase “autoestima” porque está muy cargada de una cosmovisión psicologizada y centrada en el hombre, que probablemente no ayudará a comunicar lo que es un sentimiento de importancia centrado en Dios. La cuestión es la confianza.
¿Dios ha echado a perder esta relación? ¿ha cometido un error en hacer a esa persona poco atractiva o nerviosa o ciega o pequeña o gorda o mediana o poco atlética? Creo que el rápido refugio en la terapia de la autoestima es desesperadamente engañoso y deja sin resolver el problema real, aunque tal vez ayude a las personas a sentirse bien porque son alguien (cuyo uso de Dios es sólo pasa a servir de apoyo).
La cuestión es: ¿Ellos aman a Dios como Dios de una manera en que los satisface lo suficiente como para recuperarse y seguir adelante? ¿Ellos confían en Su bondad, sabiduría, poder y riquezas para ayudarles a hacer lo que deben hacer? ¿Se regocijan en Él porque se les ha concedido el precioso privilegio de conocerlo y ser amado por Él? ¿O deben tener esa visión de la gloria eco de su propio valor antes de obtener cualquier ayuda?
No niego o escondo que es maravillosamente significativo conocer a Dios, y ser usado por Dios para hacerlo conocido y amado por otros. Así que diré esto a veces, y lo diré de una manera que declare que la maravilla de esto se encuentra en el valor inapreciable de conocer a Dios, y reflejarle a Él lo suficientemente bien a través de mi deleite en Él, que otros puedan ver su valor en mi y unirse a mi en el disfrute de Él. Ahora ¡eso sería realmente significativo!
Espero que puedan ver y sentir el mundo en las órbitas de mis pensamientos. ¿Cuál es la raíz de la salud mental? Mi respuesta es, Dios. O ver a Dios como Dios y disfrutar de Él como Dios, que implica ser perdonados por Dios y ser recibidos con gracia totalmente libre. Personalmente, creo que estas verdades son secuestradas cuando se utilizan para hacer a la autoestima la raíz de la salud mental. Las menores adaptaciones evangélicas a la manera del mundo de hacer feliz a la gente en el camino al infierno no son lo suficientemente radicales para mí.
Por: John Piper. © Desiring God Foundation.
Fuente: “The Root of Mental Health”.
Traducido por: Daniel Elias

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: