Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

gozo

El gozo es la obediencia

“Deléitate en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón.” (Salmos 37:4 NVI)
Así que aquí tenemos una gran promesa: Deléitate en el Señor. Y el mandato es la condición de la promesa. Así que deléitate en mí, dice Dios, y Yo satisfaré tu corazón.
Alguien alguna vez me preguntó: ¿Debes buscar el gozo o debes buscar la obediencia? Y yo dije: “Eso es como decir, ‘¿debes buscar manzanas o debes buscar frutas?,’ porque si obedeces el mandato: Deléitate en el Señor, estás buscando el gozo y así la obediencia y el gozo no pueden ser contrastados de esa manera.”
Somos llamados a deleitarnos en el Señor. Y aquí hay un gran problema para muchas personas. No puedes disfrutar de un Dios que no estás seguro que es para ti. Si has tenido esta sensación de queja: Él está contra mí, Él siempre está decepcionado de mí, Él no va a aceptarme, luego tratar de reunir el deleite en un Dios como ese va a ser imposible.
Por lo tanto, dejemos que nuestros ojos corran a Isaías 53:6, “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino.” Y eso suena como: Bueno, estamos en problemas con Dios. Pero luego añade: “Pero el Señor hizo que cayera sobre Él la iniquidad de todos nosotros.” Lo que significa que, desde ya en el Antiguo Testamento se nos enseñaba que tenemos un Salvador. Tenemos un sustituto. Tenemos un Jesús, un Cristo, y un Mesías que ha llevado nuestros pecados.
Así que ahora cuando se nos manda: Deléitate en el Señor, estamos de pie en un fundamento muy firme de aceptación. Dios está de nuestro lado. Él nos ama, lo que significa que somos libres. Podemos poner todo eso a un lado y simplemente mirar sus bellezas y ser completa y profundamente feliz en lo que vemos, porque está totalmente allí para nosotros.
Y así deleitarnos en el Señor se convierte en toda la pasión que consume nuestra vida, que significa que moldea los deseos de nuestro corazón. Si te deleitas en el Señor plenamente, que conforma tu corazón a Él, por lo tanto, la promesa va a ser verdad. Pero será verdad como esto: Él te concederá todos los deseos de tu corazón que te permitirán disfrutar de Él al máximo. Él te concederá todos los deseos de tu corazón, que tienen su raíz y su enfoque en Él.
Así que corre a la cruz. Encuentra el perdón. Disfruta de la aceptación. Mira las bellezas del Señor. Sé satisfecho en él y luego deja que tu corazón vuele libre con los deseos que exaltan a Dios, que se centran en Dios en este mundo.
Por: John Piper. © Desiring God Foundation.
Fuente: “Joy Is Obedience”.
Traducido por: Daniel Elias

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: