Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

Como una visita de Jonatan – Piloto

Hay una historia en la Biblia – ocurrió hace 3000 años – se trata de algo que sucedió a un hombre se llamaba David. David ocupa un lugar muy importante en la Biblia, sobre todo porque aprendemos mucho acerca de Dios y Su salvación por el. Había sido ungido, es decir había recibido la promesa que iba a ser el Rey, pero su vida no era nada fácil. De hecho, a menudo vivía perseguido y en aprietos, se expresaba así: “…apenas hay un paso entre mí y la muerte».” (1 Samuel 20:3). Pero el enfoque que llama la atención en el episodio que quiero compartir no es David, sino un tal Jonatan. Escucha:

“Y David se enteró de que Saúl había salido para quitarle la vida, y David se encontraba en el desierto de Zif, en Hores. Jonatán, hijo de Saúl, se levantó y fue a donde estaba David en Hores, y lo fortaleció en Dios. Y le dijo: «No temas, porque la mano de Saúl mi padre no te encontrará, y tú reinarás sobre Israel y yo seré segundo después de ti; … ».” 1 Samuel 23:15-17 NBLA

Yo no soy un mini David – tú tampoco eres. Pero lo que hizo Jonatan es de valor incalculable. Se levantó y fue donde estaba su amigo en angustia, y lo fortaleció en Dios. ¿Quién no desea un amigo así? Algo más allá de, “Sí pues, así es la vida – qué se puede hacer? Hay que seguir nomas…”, algo más que compartir un meme para que olvidara sus penas. Lo fortaleció en Dios.

  • El que te quiere destruir no tendrá la última palabra. No te
    va a hallar.
  • La promesa de Dios está de pie aun, Dios no ha terminado
    sus propósitos contigo. Su palabra perdurará.

Hace casi doscientos años un pastor en Londres vio la necesidad de semejantes “visitas” para fortalecer su congregación – gente que vivía en Londres en el siglo 19, y les escribió mensajes devocionales muy breves. En mi matrimonio, a partir de la Biblia, ningún libro nos ha edificado más, y con más frecuencia de aquel libro.

De una manera bastante personal, mi esposa Naomi y yo quisimos poner estos mensajes breves – no duran ni tres minutos cada uno – a disposición de nuestros hermanos muy queridos del mundo hispanohablante. ¿Quién no quisiera ser un Jonatan así? Quizás estamos un poco acostumbrados a lo actual – verás que es de otro siglo, y el contenido es muy consistente – pero nuestra petición es que sea como una visita de Jonatan para fortalecerte en Dios.

Para la gloria de Cristo en la gozosa perseverancia de su pueblo.

Por: David Bhadreshwar

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