Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

Cinco pensamientos sobre la cuarentena

Como la mayoría de ustedes estoy refugiado en mi casa, sin salir, y distanciandome de todas las personas menos de mi esposa. Para mí es particularmente crucial observar las órdenes de distanciamiento social obligatorio porque me encuentro en la categoría de alto riesgo.

Ya no soy un muchacho, pero aún más importante, vivo con con mi sistema inmunológico dañado. Después de que mi daño renal haya regresado, y las seis operaciones que le siguieron, tengo que aceptar que ya no seré una persona completamente saludable por el resto de mi vida.

Entretanto pensaba y oraba acerca del coronavirus que se ha esparcido por todo el mundo, me fue recordado como esta pandemia nos predica el evangelio.

1. Esta pandemia confronta el engaño de la independencia humana y su autosuficiencia.

Como seres humanos nos gusta pensar que somos muy avanzados y capaces. Pero mira a tu alrededor, solo le tomó a un simple virus apagar todo el mundo. Deja que este tiempo te recuerde que fuiste creado para ser dependiente del Creador.

El desarrollo de la madurez espiritual es un movimiento que va desde la independencia hacia la gran dependencia de Dios. Exponer el engaño de la autosuficiencia es una cosa dolorosa, pero es buena.

2. Esta pandemia hace que el poder soberano de Dios y su sublime gracia brillen aún más.

En ocasiones en las que nuestra vulnerabilidad está en exhibición total, ¿no es maravilloso que Dios sigua estando en control cuidadoso de su mundo? Él no está confundido o sorprendido por lo que pasa. 

Está bien para nosotros no ser capaces de conciliar lo que está sucediendo. Pero hay Alguien que no tiene miedo en este momento. Nosotros no siempre sabremos por qué Él hace lo que hace, pero sabemos quién es Él, y sabemos lo que le ha prometido a sus hijos. 

3. Esta pandemia nos recuerda que hay una pandemia más grande, oscura y mucho más peligrosa, el pecado.

No todos darán positivo al coronavirus, pero todos han sido infectados por el pecado, desde el nacimiento. “Yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre.” (Salmos 51:5) 

El pecado es eternamente más destructivo que el coronavirus, pero hay una cura conocida. Dios miró a su mundo en asombrosa misericordia y amor, y decidió que no nos dejaría perecer de esta enfermedad (Juan 3:16).

4. Esta pandemia nos recuerda que nada en toda la creación puede separarnos de Dios ni de su amor incondicional (Romanos 8:31-39).

El domingo, Luella y yo tuvimos que asistir a la iglesia desde nuestra pequeña sala. Fue triste. No pudimos saludar a nuestros hermanos y hermanas, darles un cálido abrazo, escuchar sus voces en el canto, recordarnos el uno al otro la gracia del evangelio. Todos estamos sintiendo el efecto del distanciamiento social. 

Pero tienes que saber esto: Tu mejor amigo, la persona que te ama profundamente, y tu más dulce compañía no conoce distancia entre tú y Él. Él se acerca especialmente a los solitarios y a los quebrantados de corazón en tiempos como estos. 

5. Esta pandemia nos hace anhelar nuestro destino final.

La promesa final del evangelio es esta: habrá un día en el que tales cosas acabaran para siempre, y estaremos en un lugar en el que no habrá más enfermedad ni más sufrimiento (Apocalipsis 21:4).

La esperanza en el cielo no es un tipo de deseo ligero y soñador, para aquellos que están enfrentando una ilusión religiosa. La esperanza en la promesa de Dios es una expectativa certera en un resultado garantizado. El paraíso viene, es tuyo por gracia.

Es difícil imaginarlo ahora, pero llegará el tiempo en el que veremos esto como un breve momento de problemas. Haremos eso en un mundo perfecto, con cuerpos perfectos, con corazones perfectos, y en perfecta relación con Dios. Todo será como tiene que ser, y viviremos en paz y justicia para siempre.

Este momento de miedo nos recuerda las verdades más preciosas del evangelio. En vez de concentrarnos en los “y si..” y la negatividad y el miedo, ¿qué tal si meditamos en estas verdades hoy? 

Cuídate, quédate en casa, y recuerda a Jesús y las glorias de su evangelio de gracia.

Dios te bendiga

Paul Tripp

Por: Paul Tripp

Fuente:https://www.paultripp.com/wednesdays-word/posts/five-thoughts-from-quarantine

Traducido y publicado por: Mariafernanda Artadi

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