Cambiarás el mundo

¿Alguna vez has deseado que podrías hacer algo que cambiaría el mundo? Tu deseo ha sido concedido. ¿Eres tentado a pensar que tu vida oscura y pequeña no dejará una marca en el mundo? No tienes idea de lo equivocado que estás.

Toda la historia será diferente porque tú viviste

Tu propia existencia ya ha cambiado irrevocablemente el curso de la historia mundial. Todos nosotros, desde el niño que no sobrevive a la matriz al hombre centenario, dejan marcas indelebles en las vidas de los que nos rodean y de los que vienen después de nosotros. Nuestras interacciones intencionales o accidentales y nuestras relaciones con otras personas afectan la línea de tiempo de eventos, ideas o decisiones que dirigen la trayectoria futura de sus vidas, y finalmente afecta a millones.
No sólo eso, sino como criaturas hechas a la imagen de Dios. Dios ha delegado sobre nosotros la increíble dignidad de ser sub-creadores, nos ha dado un poder real para cambiar el curso de la historia a través de lo que creamos. Lo que hacemos con palabras, madera, alambre, pozos de agua, bisturí, vidrio, pizarras, piedra, cosechadoras, papel, pegamento, notas musicales, imágenes en movimiento, animales, comidas, fotos, hojas de cálculo, tejido, código informático, tiempo con nuestro niño o adolescente, agujas IV, pinturas al óleo, uñas, aspiradoras, tubos de PVC, tejas, sermones, prótesis, inversiones financieras, sopletes de soldar, y el amable cuidado de las almas heridas que es de inestimable importancia y valor.
Las vidas cambian para mejor o para peor por la forma en que vivimos la vida que se nos ha dado, y lo que hacemos con los talentos que nos han sido dados. De hecho, si supieras lo mucho que tu vida impacta realmente a otros, hasta dónde se extiende ese impacto, y algunas de las cosas imprevistas que resultan masivamente importantes, pueden asustarte hasta llegar a casi paralizarte, por el temor de poder causar una calamidad.

No existe tal cosa como una vida sin importancia

No hay tal cosa como una vida sin importancia y sin sentido. La vida sólo no tendría sentido si el ateísmo fuera cierto. Si ese es el caso toda la realidad no tendría sentido.
Toda vida que Dios crea es buena y tiene un propósito, y por lo tanto posee cierto carácter sagrado (Génesis 1:31). Como mayordomos de la tierra, los seres humanos debemos abordar toda la vida con una adecuada reverencia (Génesis 1:26), especialmente las vidas de otros seres humanos (Éxodo 20:13; Mateo 19:19; Mateo 5:44).
No existe tal cosa como una vida sin importancia y sin sentido. - Jon Bloom Click To Tweet
Esta es una razón de por qué el aborto y la eutanasia son tan malos, Cada vida abortada en su principio, mitad, o al final también afecta el curso de la historia. Cada vez que tomamos una vida, la de otra persona o la nuestra, afectamos a muchas más personas de lo que entendemos.
¿Eres lo suficientemente sabio para saber si los descendientes de un niño no nacido no deben vivir y cambiar la historia? ¿Eres lo suficientemente sabio para saber si la vida de una persona con discapacidad o enferma ha dejado de cambiar, enriquecer, o dirigir el curso de nuestras vidas? “¿Podrás tú descubrir las profundidades de Dios?” (Job 11:7).
Sólo hay uno que está calificado para jugar a ser Dios y es de Él el dar y quitar la vida humana (Job 1:21).

Muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros

Los seres humanos somos jueces muy pobres cuando se trata de evaluar la importancia de una vida. Con demasiada frecuencia decimos ser sabios y nos mostramos necios (Romanos 1:22). Con demasiada frecuencia competimos con otros por el título: “El más grande”, sin entender lo que en realidad es la grandeza (Lucas 9:45-48).
La verdad es que rara vez sabemos lo que es en realidad alguien grande, aquellos cuyas vidas evidencian verdaderamente grandeza en la aprobación de Dios y dan el más duradero fruto por generaciones. Pero sabemos que Jesús dijo: “muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros.” (Mateo 19:30)
Por lo tanto, debemos tener cuidado de no “juzgar por la apariencia, sino juzgar con juicio justo” (Juan 7:24). Y esto significa que “no juzguen antes de tiempo, sino esperen hasta que el Señor venga, el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces cada uno recibirá de parte de Dios la alabanza que le corresponda” (1 Corintios 4:5).

Vive en oración y camina con cuidado con la mirada en el Reino

La vida que se te ha dado es una misión del Señor (1 Corintios 7:17). No necesitas ser otra persona, ni necesitas estar en otro lugar. Necesitas ser y estar donde Dios quiere que estés y seas. Porque tu misión de vida no se trata sólo de ti. Se trata también de cientos de otros a tu alrededor y cientos de miles de otros que vendrán después de ti.
Y puesto que no eres sabio o lo suficientemente prudente para graficar tu propio curso por el bien de tu presente y futuro fructífero, debes seguir a Jesús por fe. Él es tu pastor y te ayudará a escuchar su voz por sendas de justicia por amor de su nombre (Juan 10:27; Salmos 23:3).
Cambiarás el mundo, más de lo que eres consciente. Y debido a eso, porque tu vida impactará a muchas personas, Jesús quiere que vivas en oración (Efesios 6:18), que camines con cuidado (Efesios 5:15), y que busques primero su reino (Mateo 6:33). Si lo haces, si inviertes fielmente lo “pequeño” que Él te ha confiado, ninguna labor que hagas en esta vida será en vano ( 1 Corintios 15:58) y Él te confiará más en la vida venidera (Mateo 25:21).
Por: Jon Bloom © Desiring God Foundation.
Fuente: “You Will Change the World“.
Traducido por: Daniel Elias.