Único Mediador

1 Timoteo 2:5

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, que es Jesucristo hombre.”

Jesús es el Mediador.
El que nació es el Mediador. Hay un Dios. Ese Dios ama. Hemos visto eso, y escucha: Dios quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen a conocer la verdad, porque hay un solo Dios y un solo Mediador entre Dios y los hombres que es Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos.
Jesús es el Mediador.
Solamente hay uno. A veces te agarran, cuando la gente sabe que uno es “religioso”, dicen: “ora por mí, ora por mí.”
Bueno con gusto oraré por ti, pero yo no voy a interceder por ti, eso le toca a Jesús.
Yo no te voy a salvar, el pastor no te va a salvar, María no te va a salvar.
Un solo mediador: Jesucristo. Él bebé que nació es el mediador.
Él que vino hace dos mil años. Él que murió hace dos mil años, murió en ese entonces en rescate para hoy ser un mediador.
¿En qué sentido? Escucha lo que dice la Biblia: “por eso también puede salvar para siempre a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos” [Hebreos 7:25]. Yo veo mucha incertidumbre en algunas personas porque siempre piensan en la obra de Jesucristo como algo pasado y no ven la realidad preciosa de que Jesús está intercediendo por nosotros ahora. Jesucristo está intercediendo por mí sobre la base de su muerte en la cruz, diciendo: ¡Pagué! ¡Pagué! ¡Pagué!. ¿Cómo sé que no me va a abandonar? ¿Cómo sé que me va a perdonar? Porque Jesús vive para interceder por mí. Jesús puede salvar perpetuamente para siempre a los que se acercan a Dios, porque siempre vive para interceder por ellos.
Jesús es el mediador y es el mediador justo que necesitamos. La Biblia declara: “Hijos míos, le escribo estas cosas para que no pequen, y si alguno ha pecado, tenemos un abogado, tenemos a alguien que habla al Padre a nuestro favor” [1 Juan 2.1]. ¿Quién es? Jesucristo el justo.
Jesús, es el mediador que yo necesito y tú necesitas.
Por: David Bhadreshwar.
Canción sugerida: “Ante el trono celestial”, por Charlotte Bancroft, del álbum “El Dios que adoramos”.