
Jesus tierno y comprometido para cuidar a los suyos
Y cuando Jesús vio a Su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a Su madre: “¡Mujer, ahí está tu hijo!” Después dijo al discípulo: “¡Ahí está tu madre!” Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa. Juan 19.26-27
No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes. Un poco más de tiempo y el mundo no Me verá más, pero ustedes Me verán; porque Yo vivo, ustedes también vivirán. Juan 14.18-19
Por tanto, ahora ustedes tienen también aflicción; pero Yo los veré otra vez, y su corazón se alegrará, y nadie les quitará su gozo. Juan 16.22
“Mujer, ahí tienes a tu hijo… Ahí tienes a tu madre”
Triste. Muy triste. “Una espada traspasará aun tu propia alma” había dicho el viejo Simeón cuando María presentó al niño Jesús en el templo. Aún así, ¿qué madre cría a su hijo para verlo morir humillado así? ¿Quién puede medir su angustia? Sin embargo, escuchemos estas palabras poderosas desde la cruz.
Jesús, cuidando lo suyo.
Su tierno cuidado, aún cuando las cosas vayan bien mal.
Y cuando Jesús vio a Su madre, y al discípulo a quien El amaba que estaba allí cerca, dijo a Su madre: “¡Mujer, ahí está tu hijo!” Después dijo al discípulo: “¡Ahí está tu madre!” Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa . Juan 19:26-27 NBLH
Así Jesús cuida a lo suyo. Y si muriendo, clavado en una cruz hizo provisión para lo suyo ¡cuánto más ahora!
Jesucristo está vivo. Jesucristo está resucitado. Jesucristo dijo que ahora tiene TODA potestad. Y ahora con TODA potestad, ¿su cuidado será MENOS? No creo.
Y su cuidado está para experimentarlo a largo plazo. A veces habrá dolor. A veces habrá tristeza. En Juan, Jesús lo había dicho así:
Por tanto, ahora ustedes tienen también aflicción; pero Yo los veré otra vez, y su corazón se alegrará, y nadie les quitará su gozo. Juan 16.22
Pablo expresó la misma verdad así:
Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada. Romanos 8:18 NBLH
Ahora la gran pregunta ¿quiénes son “lo suyo”? María fue su madre, ¿y yo? Observa lo que dice Jesús en Lucas para aclarar:
Entonces la madre y los hermanos de Jesús llegaron a donde El estaba, pero no podían acercarse a El debido al gentío. “Tu madre y Tus hermanos están afuera y Te quieren ver,” Le avisaron. Pero El les respondió: “Mi madre y Mis hermanos son éstos que oyen la palabra de Dios y la hacen.” Lucas 8:19-21 NBLH
¿Quién es su familia? Los que oyen la Palabra y la hacen.
¿Qué hago para ser parte de Su familia? ¿Qué hago para poner la Palabra en práctica? Ve lo que dice Juan 1.11-12:
A lo Suyo vino, y los Suyos no Lo recibieron. Pero a todos los que Lo recibieron, les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, Juan 1:11-12 NBLH
Los que reciben a Cristo sin rechazar. Los que creen en nombre aquellos son suyos. Y fíjate, piensa en la calidad de su cuidado. ¿Qué dice Jesús a Juan desde la cruz?
“He aquí tu madre”. Jesús manda lo suyo aun hoy de esta manera. Imagina la respuesta de Juan:
“Ay Señor ¡qué pesado! ¿No podrá hacerlo Pedro?”
¡No! ¡es un honor!. Si Jesús te manda a cuidar lo Suyo, es un honor. Un privilegio. ¿Quién te ha mandado? ¡Jesús me ha encargado amar lo Suyo! Me va a capacitar, pero el encargo viene de Él. Por lo tanto es un honor.
¡Qué grande nuestro Salvador! ¡Qué tierno y completo su cuidado!
¡Aleluya!
No los dejaré huérfanos; vendré a ustedes. Un poco más de tiempo y el mundo no Me verá más, pero ustedes Me verán; porque Yo vivo, ustedes también vivirán. Juan 14:18-19 NBLH
Por: David Bhadreshwar
Libro: Palabras Poderosas desde la Cruz
Canción sugerida: En Aquella Cruz.
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