
Aquella Semana – día 5
En su muerte vemos el rescate de la maldición que merecíamos.
Juan 12:32-33 Jesús dice: «“Yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo”. Pero él decía esto para indicar la clase de muerte que iba a morir».
No debemos pensar que la muerte de Jesucristo fue una tragedia cruel o un accidente, como si él hubiera tenido una idea de las cosas pero se le escapó de las manos. No, él sabía, sabía de antemano en cuanto al rechazo, la burla, que lo iban a escupir, que lo iban a azotar, que lo iban a matar. Y aquí deja más claro que el agua que lo iban a matar mediante crucifixión, donde le iban a traspasar sus manos y sus pies con grandes clavos. La crucifixión era una forma de muerte brutal, la víctima estaba atrapado entre asfixia y agonía al ser apretada contra los clavos.
El fin de la crucifixión era prolongar la muerte y humillar a la víctima. La Biblia habla de morir en el madero como maldito.
Gálatas 3:13 habla de Jesús y dice: «Hecho maldición por nosotros, hecho maldición por nosotros, porque escrito esta: “Maldito todo el que cuelga de un madero”».
Otra vez Jesús está rompiendo nuestra manera de pensar, Jesús está diciendo: «Yo seré humillado en la agonía, y atraeré a todos a mí mismo, a toda clase de persona y a toda mi gente, a todo mi pueblo». Jesús está diciendo: «Yo soy y seré el centro».
¿Y cómo? ¿Cómo es que humillado va a atraer gente a sí mismo? La otra parte de ese verso de Gálatas nos va a ayudar. Gálatas capítulo 3 verso 13: «Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: “Maldito todo el que cuelga de un madero”». Jesús es el centro, Jesús te atrae, atrae gente a sí mismo, porque él fue maldición, él fue hecho maldición por nosotros.
Tal vez a ti, estimado lector, te está atrayendo, porque tú sabes que has quebrantado la ley, ¡has roto la ley de Dios! Tú sabes que no la has guardado, y de repente durante esta semana algo en tu mente te está hincando, pensado cosas que antes no pensabas.
Antes hacías cosas y nada pasaba, todo normal, pero ahora tu misma vida te está preocupando, y sabes que has quebrantado la ley de Dios. La muerte te va a alcanzar, solamente es una cuestión de tiempo y Dios te dirá: ¡maldito! Por toda la eternidad. Pero Jesús, dice la biblia, fue hecho maldición por nosotros.
Yo te invito, deja tu pecado, y corre a Jesucristo, quien te puede redimir de la maldición de la ley.
Por: David Bhadreshwar.
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