Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

Aquella Semana - día 4

Aquella Semana – día 4

En su muerte vemos el propósito de su venida.

Juan 12:27-28, Jesús dice: «“Ahora mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: ‘Padre, sálvame de esta hora’? Pero para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre”. Entonces vino una voz del cielo: “Y lo he glorificado, y de nuevo lo glorificaré”».
No sería la última vez, pero cuando Jesús nos dice que su alma está angustiada, sabremos que debe ser algo duro.
Jesús es quien calmó la tormenta, quien sanó a los enfermos, es quien, cuando la multitud quería en su pueblo de Nazaret tirarlo por un abismo, simplemente caminaba por en medio de ellos y no pasaba nada. Jesús es quien después, cuando otra multitud quería hacerlo tiras, romperlo en pedazos, simplemente caminaba entre ellos y nadie podía tomarlo. Jesús es quien, cuando el poseído por muchos demonios le venía gritando, chillando; ese hombre poseído había roto cadenas, rocas, sin embargo Jesús está todo tranquilo, le hablaba, expulsaba la legión de demonios con normalidad.
Pero Jesús aquí dice: «Ahora mi alma se ha angustiado», ¡debe ser algo muy duro!
¿Y cómo responderíamos nosotros?
Mi alma se ha angustiado
– Padre; te he sido fiel, ¿cómo me vas a tratar así?
– Padre, si fueras justo, si fueras un padre bueno, ya sabes, me vas a rescatar, ¿ya?
¿Pero cómo responde Jesús?: «Padre, ¿sálvame de esta hora?» No, «pero para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre». Jesús sí puede sentir, está consciente del dolor, de la angustia, y le dice: «¡No!, para esto he llegado a esta hora».
Es como decir, ¡por algún motivo vine! ¡para hacer algo en particular salí del cielo! ¡para lograr algo vine a este mundo!
En Marcos 10:45 dice: «El Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos». En Lucas 19:10: «El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido».
Es decir, Jesús vino con un propósito, y aquí está hablando de su propósito, para algo he venido, ya ha llegado la hora, es ¨game time¨, es hora de jugar. Y lo que sigue es el centro de su motivación, el cimiento, el motor de su motivación.
¿Qué lo impulsaba? ¿Qué le importaba? ¿Cuál fue su prioridad? Dice: «Padre glorifica tu nombre». Él quiere la gloria de Dios.
La cruz de lo que pasó en aquella semana, se trata de la gloria de Dios.
Por: David Bhadreshwar.

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