
Aquella Semana – día 14
En su muerte vemos como el gozo produce perseverancia en amor radical.
Lucas 23:35-37. Ahora en el texto de hoy, ¿dónde está Jesús? Jesús está clavado en la cruz. «El pueblo estaba allí mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: “A otros salvó; que se salve él mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido”. Los soldados también se burlaban de Jesús, y se acercaban a él y le ofrecían vinagre, diciendo: “Si tú eres el Rey de los Judíos, sálvate a ti mismo»
Quiero que veas la calidad de Jesucristo. En los salmos, el Salmo 2 termina de esta manera: «Cuán bienaventurados son todos lo que en él se refugian». Yo quiero que busques tu refugio en Cristo. Observa la calidad, admira a ese hombre, ese Señor Jesucristo, corre a él, confía en él. Que te puedas sentir seguro con él, y ansioso alejado de él. Porque en la cruz observamos que las burlas siguen, y están tirando todo en su cara, pero recuerda que él escogió estar ahí.
Él dijo: «En cualquier momento yo llamo al Padre y me da 12 legiones de ángeles», pero no va a hacerlo. ¿Por qué? Porque *está ahí para cumplir con un propósito*.
Él dijo: «Yo doy mi vida, nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad» (Juan 10:18).
Pero la gente no entendía eso, no quería entenderlo, porque ellos ya tenían su lógica:
«¿Tú eres el Hijo de Dios, no es cierto? ¿Entonces para qué sufres?
¿Dios es tu Padre, no es cierto? ¿Qué clase de padre deja que su hijo sufra?
¿Tú eres el Cristo, no es cierto? ¿Y tu reino permanecerá para siempre? ¿No será un poco difícil si estás muerto?». Y todo el mundo se ríe porque “tiene sentido”, “ganaron el argumento”. ¡Qué gracioso!
El problema es que están ignorando las promesas de Dios.
Tal vez tú puedas ganar cualquier argumento, pero estás ignorando las promesas de Dios.
Jesús es un Salvador fiel, él salva, al dar su vida.
Gálatas 2:20 habla del que me amó y se entregó por mí.
Marcos 10:45: «Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos».
Juan 10:11: «Yo soy el buen pastor, el buen pastor da su vida por las ovejas».
Pero ellos no entendían eso, no querían entender que su sufrimiento en el presente estaba consiguiendo su gozo futuro.
Lucas 9:23-24: «A todos les decía: “Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ése la salvará».
Hebreos 12:2: «Puestos los ojos», ¿dónde?, «en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de él soporto la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios».
Quiero que veas eso. No es que Cristo estuviera aguantando, «¡ay de mí! ¡Tengo que pasar por esto!». ¡No! Él menospreció el oprobio, él consideró como poca cosa la vergüenza de la cruz, ¿por qué?
Por el gozo puesto delante de él; él estaba viendo gozo, ahí, en la cruz, y cuando le dijeron: «Sálvate a ti mismo», él hubiera dicho: «Mira, yo sí me estoy salvando a mí mismo, pero me salvo a mí mismo salvando a otros, porque ustedes no ven el gozo que yo veo delante. Yo voy a salvar a un pueblo, voy a pagar por sus pecados; estoy rescatando, estoy redimiendo, y pronto, muy pronto, estaré con ellos, mostrando la gloria de mi gracia».
Oh oyente, yo te pregunto, ¿es Jesús tu Salvador?
Por: David Bhadreshwar.
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