Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

Aquella Semana - día 10

Aquella Semana – día 10

En su muerte vemos que Cristo es apto para salvarnos hoy.

Lucas 23:22-25. Pilato está preocupado. La multitud grita: «¡crucifícalo!». «Y él les dijo por tercera vez: “¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho este? No he hallado en él ningún delito digno de muerte; por tanto, lo castigaré y lo soltaré”. Pero ellos insistían, pidiendo a grandes voces que fuera crucificado, y sus voces comenzaron a predominar. Entonces Pilato decidió que se les concediera su demanda. Y soltó al que ellos pedían, al que había sido echado en la cárcel por insurrección y homicidio, pero entregó a Jesús a la voluntad de ellos».
Más de tres veces Pilato afirma: «¡Inocente! ¡No he hallado en el ningún delito digno de muerte!».
Judas dijo a los fariseos y principales sacerdotes: «No he actuado bien, he entregado sangre inocente», y los mismos sacerdotes le dice: «¿Y qué?». En otras palabras, es inocente, pero qué tiene que ver con nosotros.
La esposa de Pilato dijo: «Pobre inocente».
Lucas en su manera de escribir aquí, hace la comparación: Barrabás es culpable y lo ponen en libertad; y Jesús el inocente, ¡condenado a la muerte que Barrabás merecía!
¿Y la multitud?, “¡crucifícalo!”. No le importa el porqué.
Sin embargo, esto no es una tragedia lamentable, de manipulación de la multitud, no. Isaías 53:9. Es algo que fue profetizado, fue prometido, porque Isaías 53 verso 9 dice: «No había hecho violencia, ni había engaño en su boca».
Hablando de la profecía de Jesús, y no es solamente algo prometido, sino algo con un propósito, porque el siguiente verso, Isaías 53:10, contiene esa verdad: «Quiso el Señor quebrantarlo, sometiéndolo a padecimiento».
¡Vaya! Entonces, ¿qué tenemos? ¿En el centro del universo hay un Dios cruel, déspota, injusto? Porque éste es el único hombre justo que ha vivido, ¡¿y Jehová quiso quebrantarlo?! Isaías 53 nos habla del propósito glorioso de Dios, que se cumple en la cruz de Cristo. Jesús es inocente, y por lo tanto está calificado para salvar.
Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto, fue necesario el sacrificio de un cordero apto, sin mancha, puro. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, es apto para salvar hoy.
El libro de Hebreos habla del rol de Jesús, su rol actual:
«Por lo cual él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos. Porque convenía que tuviéramos tal Sumo Sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y exaltado más allá de los cielos» (7:25-26).
Jesús es inocente, y eso lo hace apto para que sea hoy el Salvador.
¿Es él tu salvador?
 
Por: David Bhadreshwar.

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