
94. «La gracia de Dios los ha salvado» – Efesios 2:5
¡Qué bendición es la salvación! ¡Ser salvos por pura gracia! Pero nuestra salvación es por gracia de principio a fin. Tiene su origen en la mente de Dios, antes del comienzo del tiempo; y será completada ante el trono de Dios, cuando ya no exista el tiempo. Somos escogidos para salvación, escogidos en Cristo; y esta elección de nuestra persona fue eterna, soberana e inmutable. La elección nos dio un nombre en el libro de Dios, un lugar en la obra del Salvador, y una parte en la herencia de los santos. Somos redimidos de entre los hombres, y esto es por gracia. En la redención, se ha pagado un precio por nosotros, se ejerció poder para rescatarnos, y se puso una súplica en nuestra boca. Somos llamados al reino y a la gloria de Dios, y esto es por gracia: es algo personal, poderoso y eficaz. El llamado nos da una nueva vida, un propósito espiritual, y una evidencia de ser parte en todas las bendiciones del pacto. Somos preservados por el poder de Dios, y esto es por gracia: preservados de ser vencidos por enemigos, de quedar abrumados por peligros, y de apostatar de la fe; y esto demuestra que estamos destinados para la salvación. Pronto seremos glorificados, y los cielos nos serán dados por gracia. Si la salvación es por gracia, entonces la persona más vil puede recibirla; y toda la gloria de la salvación de principio a fin debe ser del Señor.
La salvación es un don que Dios concede
a extranjeros y enemigos por la sangre de Jesús;
por su gracia soberana, para mostrar su gloria,
levanta pecadores para rodear su trono.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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