Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

89. «El Señor se deleitará en ti» – Isaías 62:4 (NVI)

¿Es posible que semejantes criaturas, pobres, depravadas e indignas, puedan ser el objeto del deleite de Jehová? Sí: el amor infinito de Dios ha sido establecido sobre nosotros desde la eternidad; porque nos amó, envió a su Hijo unigénito a morir por nosotros; envió a su Santo Espíritu a nuestro corazón, y nos dio una buena esperanza por medio de su gracia. Oye al apóstol: «Pero Dios, cuya misericordia es abundante, por el gran amor con que nos amó, nos dio vida junto con Cristo, aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados (la gracia de Dios los ha salvado)». Jehová nos ve en Jesús, y nos ama con un amor infinito. Sí, nos ha amado, como lo ha amado a él. Aunque la fe pueda ser débil, los miedos puedan ser muchos, las perversiones fuertes, los problemas grandes, y las tentaciones dolorosas, todo creyente es el objeto del deleite de Jehová.

Por tanto, esforcémonos por atravesar este día, sí, y cada día, creyendo y reconociendo: «Yo soy el deleite de Jehová; el objeto de su mayor amor; el sujeto de sus pensamientos más dulces; y su porción por la eternidad». ¡Qué incomparable privilegio! ¡Fuente de consuelo, santidad y amor! Tienes más motivos de gratitud que un ángel.

¿Qué ángel puede contar
la grandeza del eterno amor?
¡Que pueda yo hasta lo sumo probar
el indescriptible don!

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

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