Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

personespalda

8 maneras de saber que una persona está cambiando

Las palabras pueden ser pobres. Las acciones pueden ser convincentes. Cuando una persona dice que está cambiando, ¿cómo sabes que realmente lo está haciendo? ¿Sus acciones respaldan sus palabras? Aquí hay ocho maneras en que puedes saber si ella está diciendo la verdad.
¿Has visto alguna vez uno de esos programas de investigación de delitos y pensado que ya lo habías resuelto antes de que el el programa termine? Estabas muy seguro de que podrías resolver el caso, hasta que… una nueva evidencia se presenta y otro testigo se presenta. El testimonio y la prueba añaden un giro inesperado a la historia.
Los hechos que pensabas que entendías claramente son ahora seriamente desafiados. Habían detalles que faltaban que no habían sido compartidos al inicio, así que ahora no estás seguro de lo que crees. Tu seguridad de “quien lo hizo” de repente es incierta.
Tratar de ayudar a matrimonio en peligro puede ser así. Un cónyuge dice una cosa, mientras que el otro dice algo completamente contrario. Digamos por ejemplo que usted se ha estado reuniendo con un esposo en los últimos meses que está luchando seriamente con su matrimonio. Él expresa continuamente la forma en que está tratando de cambiar e insiste en que está arrepentido por su pecando contra su esposa.
Él actúa con remordimiento y parece sincera la forma en que él le derrama su corazón (2 Corintios 7:10). Luego te reunes con su esposa. Ella dice enfáticamente “que no es así”. Así que al principio el marido parecía bien hasta que escuchaste a su esposa (Proverbios 18:17).
El discipulador está advertido a no dejarse engañar. Esto requiere sabiduría y discernimiento para ordenar las ideas a través de versiones contradictorias de lo que realmente está ocurriendo en un matrimonio.
Al tratar de ayudarles, ¿cómo puedes saber si lo que dicen es verdad? ¿cómo puedes saber si realmente están cambiando? ¿Sus palabras son suficientes (Santiago 2:17)? ¿sus lágrimas? ¿su conducta objetiva cuando hablan contigo? Estas cosas, aunque no están mal en sí y por sí mismas, no son evidencia creíble de una personas verdaderamente arrepentida.
Hablar es fácil. Tiene que haber más. Debe haber indicadores tangibles que acompañen las pretensiones (1 Juan 3:18). Aquí hay ocho marcas que identifican a una persona que está cambiando verdaderamente.

1. Humildad

La persona arrepentida será una persona humilde. Si ella no es humilde, ella pensará que no necesita cambiar (Lucas 5:32). En realidad, es imposible cambiar sin esta característica (Santiago 4:6). No hay tal cosa como una persona orgullosa (autosuficiente) arrepentida. Las dos cosas no pueden coexistir en el mismo corazón al mismo tiempo (Mateo 6:24).
Una persona humilde se enfocará en sí misma en cuanto a su pecado y en lo que es responsable. Ella será muy consciente del enorme tronco que sobresale de su ojo, no de la paja en el ojo de su cónyuge (Mateo 7:3).

2. Responsabilidad

No habrá ningún dedo señalador o chisme sobre el pecado de la otra persona. No habrá ninguna excusa o justificación. La persona arrepentida no diluirá lo que hizo o tratará de minimizar sus acciones. De hecho, ella etiquetará y llamará específicamente su pecado por lo que es, por ejemplo, adulterio, mentira, abuso, auto-justicia (1 Juan 1:7-10).
Su confesión significa que ella está completamente de acuerdo con Dios acerca de su pecado (Salmos 32:5). Ella tomará toda la responsabilidad de lo que ha hecho y no hará reparos al respecto.

3. Centrado en el otro

Ella estará más preocupada por la persona contra quien pecó que por las consecuencias desagradables que está cosechando como resultado de sus acciones. El esposo (o la esposa) estará apenado(a) por haber herido a su cónyuge y ofendido a su Salvador. Él entiende que su pecado en última instancia es contra un Dios santo (Génesis 39:9; 2 Samuel 12:13).

4. Contrición

La persona arrepentida mostrará remordimiento y tendrá un espíritu contrito (Jeremías 31:19, Salmos 51:17). Ella no sólo lamentará lo que ha hecho, ella se comprometerá a hacer lo que es correcto (2 Corintios 7:10-11).

5. Obediencia activa

La persona estará posponiendo (parando) activamente su viejo comportamiento pecaminoso, y ejercitando de forma activa (comenzará) su nuevo comportamiento correcto (Efesios 4:22). Ella no sólamente dirá que desea hacer lo que es correcto sino que tomará acciones para llevarlo a cabo (Mateo 3:8).
Ella buscará la forma de servir de forma práctica y amar a su cónyuge, y luego ella “sólo lo hará”. Usted debe ser capaz de identificar positivamente frutos específicos que se manifiestan en sus vidas. Cosas como el gozo, la paz, la paciencia, y todas esas otras cosas buenas (Gálatas 5:22-23).

6. Paciencia y perseverancia

La persona que recibió el pecado en su contra ha sido herida. La confianza se ha roto. La persona arrepentida será verdaderamente consciente de eso en su forma de pensar. Ella no impondrá demandas a la persona ofendida para una reconciliación instantánea. Ella incluso puede sentir que no merece ser perdonada y restaurada por su cónyuge después de lo que ha hecho.
Ella mostrará una paciencia a largo plazo en la medida que su cónyuge trabaja a través de las capas de su corazón y dolor. La persona que está cambiando perseverará y hará lo que es correcto, independientemente de lo que hace su cónyuge en respuesta (Gálatas 6:9). Su objetivo es glorificar a Dios, incluso si no consigue lo que quiere (1 Pedro 3:13-14).

7. Transparencia

Habrá una apertura y honestidad sobre los detalles de su vida. Cosas como su paradero, qué está mirando, cómo está gastando su tiempo, su dinero, y cosas así serán reveladas. En lugar de encubrir, ser ambigua, y ocultar secretos, la persona estará dispuesta a dar información a las preguntas que le hagas (Proverbios 28:13, Santiago 5:16).

8. Busca ayuda

Cuando una persona atrapada en el pecado está caminando a través del proceso de arrepentimiento, ella querrá tener a otros amigos cristianos de confianza que le ayuden en el proceso.
Ella verá su necesidad de orientación e información para sus decisiones. La persona arrepentida busca consejo y rendir cuentas y entonces, aquí está lo mejor, ella se somete a ello. Ella hace esto con disposición porque conoce la inclinación de su corazón al auto-engaño (Proverbios 12:15).

Una historia personal

Hace un poco más de 18 años, mi esposo fue sorprendido en pecado. Nuestro matrimonio estaba roto y no estaba segura si podía ser restaurado. Pero Dios fue bueno con nosotros en que a través de una serie de eventos desafortunados que sólo un Dios soberano y omnisciente podría orquestar, Él llevó a mi marido al arrepentimiento (2 Timoteo 2:24-25).
Todas las ocho de estas características fueron claramente y sin lugar a dudas manifestadas en él a medida que él se sometió a Dios y al proceso de cambio. Él no hizo todas estas cosas a la perfección, pero no había duda que de Su presencia en su vida. ¡Él estaba cambiando y se notaba!.
Misericordiosamente, Dios se había apoderado de mí y había preparado mi corazón de antemano, y por lo tanto estaba en un lugar donde podía perdonarlo con libertad y reconciliarnos. Nada de esto se llevó a cabo durante una noche. Tomó un periodo de tiempo y dedicación de nuestras partes a medida que Dios trajo sanidad y restauración completa a nosotros.

Envolviendolo

Tratar de ayudar a una pareja en una lucha y a un matrimonio dañado puede ser un desafío. Mientras que deseas escuchar lo que se comparte con compasión y preocupación, no quieres ser tonto y engañado tampoco.
Mientras quieres buscar evidencias de estas ocho marcas, sé cuidadoso de no esperar la perfección. Las personas a las que estás ayudando son pecadoras, al igual que nosotros. Ellas no están completamente santificadas y fallarán a veces. Nunca debes olvidar eso.
No seas como yo mirando un programa de investigación de delitos, pensando que lo tienes todo resuelto. Siempre hay más evidencias y piezas que faltan en la historia que no tienes.
Pero no hay que preocuparse. Dios no espera que seas un sabelotodo. Él quiere que les lleves Su verdad y cuides de aquellos que están heridos y en necesidad de ayuda. ¡Su Evangelio tiene el poder para cambiar a cualquiera!.
Por: Chris O’Donnell © RickThomas.net.
Fuente: “8 ways to know a person is changing”.
Traducido por: Daniel Elias

hay 2 comentarios

  1. Anónimo dice:

    es lindo dios es grande poe ello ayuda a los infieles y los hace aprender

  2. Marlene dice:

    Excelente artículo. Me ha ayudado mucho. Estoy atravesando por una situación exacta a la descrita aquí. Gracias!

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: