Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

65. «Un espíritu de buena voluntad y de oración» – Zacarías 12:10

Toda oración espiritual es producida por el Espíritu Santo. Él nos convence de nuestra necesidad, nos da a conocer la plenitud de Jesús, nos guía al trono de la gracia, y nos ayuda en nuestras debilidades. El profundo deseo de oración proviene de él, y la libertad que disfrutamos en la oración es su regalo. Pero cuán terrible es el pecado, y cuán condescendiente es el Espíritu Santo. Se compadece e intercede por nosotros, con indescriptibles expresiones de aflicción; con gemidos indecibles. El pecado nos ha hecho tan viles que ningún sacrificio puede expiar el pecado, excepto el sacrificio del Hijo del mismísimo Dios; y nos ha hecho tan débiles, que nadie sino el Espíritu Santo puede hacer que oremos con fervor, fe y fruto.

Amado, observa cuán profundas son tus obligaciones, y cuán grande es tu dependencia del Espíritu de buena voluntad y oración. Ten cuidado, no sea que lo entristezcas por tu liviandad, tu mundanalidad y tu tibieza; más bien siembra para el Espíritu y cosecharás vida eterna. Él te dará testimonio de Jesús, y te bendecirá con paz y libertad.

Quiero un corazón que ore,
que ore y nunca se detenga,
que nunca murmure en tu presencia
ni desprecie mis sufrimientos.

Quiero un piadoso temor,
ojos con discernimiento,
que te miren a ti cuando el pecado aceche,
y vean al tentador huir.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: