
60. «Sabemos que somos de Dios» – 1 Juan 5:19
¡Qué honor! ¡Qué consuelo! Sí, somos de Dios, nacidos de nuevo en Cristo Jesús, por el poder y la acción del Espíritu Santo; consagrados a su servicio y gloria, por la muerte de nuestro gran sumo sacerdote, y el
rociamiento de su sangre sobre nosotros; destinados para su alabanza en su eterno propósito, y ahora traídos a una relación santa y provechosa con él. Éramos rebeldes contra él; ahora estamos dispuestos a ser sus siervos. Éramos sus enemigos declarados; ahora somos sus amigos más cercanos. Éramos los hijos de ira, pero ahora somos los hijos de su amor. Sabemos que somos de Dios, por fe en su Palabra, por amor a sus santos, por la armonía con él mismo, por la tristeza que sentimos al pecar, por nuestro deleite al obedecer su voluntad, por el contraste que hay entre nosotros y el mundo, en nuestros principios, placeres e intereses. Lo que somos, a diferencia de otros, es de Dios; siendo así diferenciados, pertenecemos especialmente al Señor. La gracia que nos hizo suyos debe ser generosa e infinita. Saber que somos de él es una bendición invaluable; pero nadie debería estar satisfecho sin ella.
Oh Señor, acércate cada día a mi corazón,
y permite que mi espíritu te sienta cerca;
así, estaré dispuesto a dejarlo todo,
sin creer que merezca una lágrima.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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