55. «Tenemos un abogado» – 1 Juan 2:1

Sí, Jesús intercede por nosotros en el cielo. Por su propia sangre entró una vez en el lugar santísimo, para comparecer en la presencia de Dios por nosotros. Él intercede por nosotros contra Satanás, respondiendo todas sus acusaciones; e intercede por nosotros ante el Padre, para que podamos ser preservados, aprovisionados y glorificados. Cuando nuestro corazón está compungido en la oración, cuando la boca está cerrada por la culpa, cuando el espíritu está agobiado por la tentación, ¡oh, qué consuelo es saber que Jesús comparece como nuestro abogado e intercede por nosotros en el cielo!

Amado, Jesús se presenta ante Dios por ti esta mañana, y cada mañana; y diariamente disfrutas el beneficio de su intercesión. Cuando tengas dudas y temores, lleva tu caso nuevamente a sus manos, y deja que él lo cargue; él puede interceder adecuadamente; sus argumentos son potentes, y su manera de hacerlo es divina. Mantén a Jesús ante ti este día como tu abogado; regocíjate en su oficio y en su nombre, y recuerda que él está diciendo: «Padre, quiero que donde yo estoy también estén conmigo aquellos que me has dado, para que vean mi gloria». El Padre siempre lo oye; y todos aquellos por los que él intercede están seguros y serán felices.

Alza la vista, alma mía, con ojos alegres;
observa donde está el gran Redentor,
el glorioso Abogado en el cielo,
con precioso incienso en sus manos;
Y descansa en la intercesión de aquel,
quien es tu abogado y amigo.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias