
50. «¿Así es como agradeces la amistad?» – 2 Samuel 16:17
La conducta de Jesús hacia nosotros es la perfección de la bondad; pero nuestra conducta hacia él es a menudo precisamente lo contrario. Con cuánta frecuencia lo tratamos con descuido, y en vez de ser la oración un privilegio placentero, es una tarea fastidiosa. Con cuánta frecuencia desobedecemos sus preceptos, u omitimos llevar a cabo los deberes que conocemos y admitimos. Con cuánta frecuencia dudamos de su amor, desconfiamos de su Palabra y nos quejamos de lo que hace. Con cuánta frecuencia alentamos la carne, la cual él nos mandó a mortificar; le damos preferencia al mundo, al cual él nos ordenó renunciar; y nos rendimos ante Satanás, a quien él nos ha exhortado a resistir. ¿Y a veces no hemos tenido miedo o vergüenza de reconocerlo a él ante el mundo; o al menos de brindar un testimonio de él con sencillez, honestidad y decisión? Es muy posible que nuestras mejillas se sonrojen de vergüenza, y nuestro pecho se llene de confusión, si nos preguntan respecto a nuestra conducta hacia nuestro benigno y misericordioso Redentor.
Busquemos nuevamente las muestras de su amor perdonador, y en el futuro cuando estemos a punto de caer en tentación, o de ceder a algún pecado, preguntemos a nuestra conciencia: «¿Así es como agradeces la amistad?».
¡Ciertamente, si no fuera yo tan malvado y vil,
no podría su amistad retribuir !
Y si él no fuera el Dios de gracia,
me regañaría y me echaría de su presencia.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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