
5 maneras en las que los papás pueden animar a sus hijas
Formando un sentido de identidad
Papás, lo que le dicen a sus hijas es crucial para su desarrollo porque simultáneamente cumplen dos roles. Como imagen de Dios, tus palabras transmiten, “Aquí está lo que Dios piensa de ti como persona”. Como descendiente de Adan, tus palabras le dicen, “Aquí está lo que deberías esperar escuchar de otros hombres”. En otras palabras, cuando un padre habla con su hija, le ayuda a formar un sentido de identidad mientras que también le ayuda a navegar por su sociedad.
Háblale bien a su vida y le darás un buen comienzo. Háblale pobremente y le harás su camino mucho más difícil. Al prestar atención a las siguientes cinco áreas, le darás la sólida ventaja que necesita para crecer en todo lo que Dios tiene para ella.
Cumplidos
Ok, empecemos con la controversial: dile a tu hija que es hermosa. O linda. O divertita. Dile que te gustan sus rulos, que te encanta su risa. Que ella tiene los ojos más oscuros o la mejor sonrisa o lindas pecas o hermosos hoyuelos. Dile que se le ve muy bien cuando se pone su chompa favorita
Yo sé, su valor no depende de su apariencia o atributos físicos, pero eso no significa que deberías ignorarlos como si no existieran.
¿Te has dado cuenta de que en Cantar de los Cantares tanto el hombre como la mujer describen como la apariencia del otro lo cautivó? Ahora piensa por un momento: si esa fuera la primera vez que alguien les hubiera dicho algo positivo acerca de su apariencia, ¿cómo podrían haber respondido bien? Dios hizo que se encontraran el uno al otro atractivo y afirma que es bueno decirlo en voz alta.
El error opuesto de construir la identidad de alguien en como luce es pretender que su físico es una parte irrelevante de como Dios la diseñó. Si quieres evitar cualquiera de los polos impíos para tu hija, entonces necesitas decir lo que es objetivamente cierto acerca de ella.
Y si no lo haces, no significa que nunca le vayan a dar un cumplido. En el mejor de los casos, significa que no sabrá qué hacer cuando alguien, un jovencito, trate de decirle lo increíble que él cree que ella es. En el peor de los casos, sus palabras sabrán al sorbo de agua fría por la que su alma ha estado esperando mientras ella las bebe con ansias, buscando por más.
Pretende que su apariencia no importa y frustrarás a los futuros jóvenes que intentan entrar en su mundo con buenas intenciones o la prepararás para los que tienen malas intenciones.
Identidad
Su identidad no descansa en su apariencia o en lo que ella pueda hacer, o en lo bien que lo haga, o en las notas que obtiene, o quien conoce o a quien agrada. Todas esas cosas son importantes, pero ninguna de ellas son lo suficientemente grandes como para que ella, sobre eso, construya su vida, porque ninguna de ellas son permanentes. Ninguna de ellas pueden decirle quién es. Y aún, porque ella es tu hija con tu ADN, probablemente esté tentada a construir su vida sobre un o más de esas cosas.
He aquí cómo puedes ayudar. Llámala de vuelta a lo que es cierto de ella que no se le puede quitar. Llámala de vuelta a reconocer que es la idea de alguien más. Alguien que a pesar de estar fuera de esta creación transitoria, está íntimamente involucrado con ella, lo cual significa que está involucrado con tu hija.
Recuérdale que lo que realmente cuenta en la vida es que hay un Dios que pensó que su mundo estaba incompleto sin ella. Ayúdala a reconocer la gran cantidad de energía y creatividad que puso en darle todos los aspectos de sí misma que ella disfruta. Ayúdala a ver que este quién la creó también la anhela. Y porque Él la anhela, se dio a sí mismo para rescatarla de ella, de intentar encontrar valor en la vida fuera de relacionarlo todo con Él, para que ella pueda recibirlo con todo el corazón a cambio.
Si ella vive lo suficiente, perderá todos los regalos que tiene al dar cada uno de vuelta a Él, pero lo que no perderá es lo que no tuvo parte en lo que no participó: su existencia y su rescate a causa de Su amor. Esa fundación única es lo suficientemente sólida para sostener su identidad.
Valor
De la misma manera en la que le dices que Dios la ama, tienes que hacerle saber que tú también lo haces. Y así como Su amor no depende en lo que ella hace o lo estupenda que es, el tuyo tampoco debe. Tristemente, algunos de los mejores momentos para comunicar ese amor trascendental es cuando ella está por debajo de su mejor momento.
En esos momentos es tan fácil sonar como si no la amaras porque ella ha hecho tu mundo difícil o te ha avergonzado. Es entonces cuando tienes que ser muy cuidadoso. No cometas el error de decirle “te amo porque inspiras amor… y cuando no inspiras amor, no te amo tanto, por lo menos no hasta que vuelvas a inspirar o merecer amor.”
Ya que Dios no articula su amor de esa forma, tú quieres comunicar que tu amor tampoco viene con condiciones. Efectivamente, habrán tiempos en los que vendrán consecuencias por lo que ella ha hecho, pero esas consecuencias están porque tú ya la amas. No son medios por los cuales ella pueda recuperar tu amor.
Y así, encuentras formas para decir “te amo y punto. No te amo porque haces mi vida fácil. Te amo porque estás aquí. Te amo porque eres hecha a la imagen de Dios. Te amo porque Él nos dio el uno al otro. No puedes perder mi amor porque nunca fue tu lugar de ganarlo.”
Espera que ella te ponga a prueba, así como ponemos a prueba a Dios. No está bien, pero lo hacemos de todas formas y ella lo hará también, con ambos, contigo y con Él. Pasa su prueba y la ayudarás a entender mejor Su amor mientras se siente más segura en el tuyo.
Poder
Y tu hija necesita sentirse segura porque hay cosas que ella puede hacer en esta tierra. Ella fue puesta aquí para hacer una diferencia. Como ella haga esa diferencia depende en lo que Dios haya construido en ella.
Algunas mujeres cambian el mundo satisfaciendo las necesidades físicas de las personas, otras satisfaciendo las necesidades emocionales, mientras que otras juntan a las personas, señalan problemas y crean soluciones, animan a otros a actuar o producen cosas que la sociedad necesita.
Todas las anteriores son diferentes formas de servicio, todas son diferentes formas de liderazgo. Todas son valiosas. Todas son poderosas.
Cuando veas que tu hija esté haciendo una diferencia, incluso en pequeñas formas, toma palabras y señala lo que ves. Es parte de cómo Dios la conectó. Ayúdala a darse cuenta del efecto que tiene. Haz una lluvia de ideas con ella sobre cómo ese efecto puede ser utilizado para bien.
Di “Sí”
Pero nadie hace una diferencia si no utiliza sus dones, si no los desarrollan. Y para desarrollarlos, tu hija tiene que intentar cosas. Ella necesita experimentar y practicar.
Ahora, algunas de estas experiencias no funcionaran tan bien. Algunas de ellas la ayudarán a descubrir, “Sí.. en verdad esto no es lo mío”, lo cual significa que no cada intento será un completo éxito. Y tú tienes que estar bien con esa posibilidad para que ella también pueda estar bien con eso.
La vida se trata de crecimiento y desarrollo mucho más que de logros. En ese sentido, nuestras tan llamadas fallas son más útiles para enseñarnos acerca de nosotros, del mundo en el que vivimos y por qué estamos aquí, que cualquier éxito fácil que podamos disfrutar.
Si tu hija va a valorar el aprendizaje y crecimiento, tú tendrás que animarla a intentar cosas. Hazle saber que vivir contigo es un tiempo para que ella intente cosas, para experimentar éxitos y fracasos mientras tiene una red debajo de ella. Practica diciendo “sí” más rápido de lo que dices “no” a algo que ella quiera hacer aún cuando no encaja fácilmente con tus planes. Resiste la urgencia de criticar los intentos menos que exitosos y en vez de eso busca cualquier elemento positivo. Entra a lo que está haciendo y emociónate por y con ella, simplemente porque es algo que ella quiere hacer.
Padres, tienen una tremenda oportunidad: ayudar a su hija a verse en relación a Dios, con sus figuras (como padre, esposo, amigo) y encontrar su lugar en ambos. Se muy intencional con respecto a tus palabras por el corto tiempo que ella vive contigo y la ayudarás a convertirse en mucho más de lo que podría ser.
Por: William P. Smith
Fuente: https://www.crossway.org/articles/5-ways-dads-can-encourage-their-daughters/
Traducido y publicado por: Mariafernanda Artadi
Deja un comentario