230. «Dios de cerca» – Jeremías 23:23

El cristiano nunca tiene que ir muy lejos para encontrar un amigo. El Señor siempre está cerca suyo. Es un Dios de cerca; presente para observar, listo para ayudar. Debemos esforzarnos por reconocer este hecho. Nos alegrará en la tristeza, nos cuidará en la tentación, nos sostendrá en la prueba; nos levantará por sobre nuestros temores; nos mantendrá alejados del pecado, nos alentará en nuestro deber, nos dará un estímulo para esforzarnos cuando estemos listos para decaer. Los amigos pueden irse lejos, así como mis familiares más directos; pero mi Dios está cerca. Está presente con el cielo y la tierra a tu alcance. Está presente para tener compasión, para reprender, aconsejar y sostener.

Pero, aunque está cerca de nosotros, así también está en todas partes; está con nuestros amigos en lugares distantes y está con nuestros enemigos en sus escondites más secretos. Por tanto, frustrará sus planes y obstruirá su oposición a nuestro bien.

Terminemos este día deslumbrados con el pensamiento: «Dios está cerca». Él me cuidará mientras duermo, me guardará, nada puede ocurrir más allá de lo que él permita; él nunca es tomado por sorpresa, ve todo desde la mayor distancia, y mantiene su promesa de hacer que todo obre para nuestro bien. ¡Alma mía, te exhorto que nunca olvides que tu Dios está cerca!

Señor, a mi espíritu contemplativo revela
tu perfecta majestad y gracia,
y que mi corazón sienta tu obra,
siendo indigno de contemplar tu rostro.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias