Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

229. «Yo soy el pan de vida» – Juan 6:35

Jesús se propuso ser nuestro sustento diario; necesitamos pan para el alma, así como para el cuerpo. En Jesús encontramos todo lo que necesitamos para reanimarnos, fortalecernos, y satisfacernos; pero debemos recibirlo por fe. Cada día debemos recibirlo. Alimentarnos de Jesús ayer no nos alcanzará para hoy. Debemos ir a él nuevamente esta mañana. Él se presenta y dice: «Coman, amigos; sí, hasta quedar satisfechos, mis amados». Si el Espíritu Santo nos ha dado un apetito espiritual, si tenemos hambre de justicia, en Jesús y solo en Jesús estaremos satisfechos; y somos invitados de corazón a vivir de él.

Vayamos a su presencia muchas veces por día, esforcémonos por alimentarnos de él, y si nos sentimos débiles, decaídos o cansados, utilicemos este pan que da vida; y retengamos siempre la dulce certeza de que si nos alimentamos de Jesús viviremos por él y tendremos vida eterna. Amado, si puedes vivir sin Jesús, o si piensas que Jesús no es suficiente, tu alma está en un estado carnal no saludable. ¡Solo Jesús es el pan de vida, el pan que bajó del cielo!

Jesús, tú eres el pan de vida
que alimenta nuestra alma hambrienta.
Solo en ti tus hijos encuentran
suficiente para llenar sus mentes vacías;
¡Que siempre sea yo alimentado
con este divino pan celestial!

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

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