Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

222. «El Señor escudriña los corazones de todos» – 1 Crónicas 28:9

¡Qué pensamiento tan serio! ¿Dios escudriña mi corazón? ¿Qué es lo que encuentra allí? Pensamientos de maldad, horribles corrupciones, terrible depravación. ¿Pero eso es todo? Confío que no. Hay algo bueno para el Señor Dios de Israel. No todos mis pensamientos son de maldad, y odio aquellos que lo son. No es todo corrupción; hay algo de verdad correctiva. No todo es depravación, porque hay buenos deseos, esperanzas, temores, y algo de fe. Pero si Dios escudriña mi corazón, cuán necesario es que yo mismo lo haga. Especialmente cuando el Señor dice: «Tengan cuidado de que su corazón no se envanezca». Satanás nos engañará si tiene la oportunidad. Intentará disimular nuestros defectos para hacernos ser presumidos; y ocultará nuestros testimonios para hacernos desesperar.

Si el Señor examina el corazón, la hipocresía debe ser la mayor insensatez. Es imposible engañarlo. Podemos provocar su ira, pero no podemos imponernos su misericordia. Por tanto, mantengamos nuestro corazón abierto para Dios. Cada día busquemos la renovación del Espíritu Santo. Vayamos al manantial abierto de la sangre del Salvador y purifiquémonos diariamente en la fuente de la santa Palabra de Dios. Clamemos con frecuencia junto al salmista: «¡Ponme a prueba, Señor! ¡Examíname!». Y seamos sinceros en todo lo que profesamos, en todo lo que decimos y en todo lo que hacemos.

En todos mis vastos asuntos contigo,
en vano intentaría mi alma
evitar tu presencia, Señor, o huir
del alcance de tu mirada.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

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