
219. «Dame vida para andar contigo» – Salmo 119:37
A menudo sentimos que somos criaturas tan pobres, apagadas y sin vida; y cuán necesaria es esta oración. Nuestro deber es correr en el camino de los mandamientos de Dios; es nuestra miseria que, debido al pecado, la debilidad y la tentación, apenas nos arrastramos. Dependemos del Espíritu para ser vivificados. Solo él puede fortalecernos, animarnosy darnos vida.
Sembremos para el Espíritu esta mañana. Él es misericordioso y es dador de misericordia. Se deleita en exaltar y honrar a Jesús. Por tanto, supliquémosle en el nombre de Jesús y por medio de él, que traiga vida a nuestra alma para poder rendir honor a su causa. Pidámosle en oración que nos lleve cerca de Dios, porque cuanto más cerca estemos de Dios, tanto más felices, más santos y más vigorosos seremos. Pidámosle que derrame el amor de Jesús en nuestro corazón, porque el amor de Cristo hará que vivamos bien, que carguemos la cruz bien, que llevemos a cabo nuestros deberes bien, y que muramos bien. El mandamiento nos provee una regla y la promesa nos brinda fortaleza; pero solo el Espíritu puede darnos la posesión de lo segundo, sin lo cual no podemos ocuparnos de lo primero, en un espíritu cristiano. La presencia de Jesús y la transmisión de su gracia son necesarias diariamente para mantenernos vivos, consagrados y trabajando para Dios. Señor, avívame así.
Necesito que la obra de tu gracia
me impulse en tu camino,
para no rezagarme en la carrera,
ni mis pies se desvíen de la senda.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
Deja un comentario