217. «Nuestra suficiencia es de Dios» – 2 Corintios 3:5

Pensemos en esto cuando estemos cabizbajos por causa de nuestras debilidades, o por las dificultades que encontramos en nuestro camino. Somos débiles, pero Jesús es fuerte; y su fuerza se perfecciona en nuestra debilidad. Él nos ha dado su Palabra, que «Dios es el que produce en ustedes lo mismo el querer como el hacer, por su buena voluntad». Él habla, y se hace realidad. La Palabra del Señor no conoce obstáculos ni dificultades; todas las cosas deben obedecerle. Cuando envió a Moisés al Faraón, Dios dijo: «Yo estaré contigo», y la presencia del Señor era su fuerza. Así actúa también con nosotros: su plenitud es nuestra suficiencia; nos es dada en Jesús y la recibimos de acuerdo a nuestras necesidades, nuestra debilidad y nuestra fe. David dijo: «Por ti, nuestro Dios, haremos proezas». Pablo dijo: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece».

Por lo tanto, no mires tu desolación o debilidad; más bien mira lo que Dios es para su pueblo y lo que ha prometido concederles, y canta: «Nuestra suficiencia es de Dios». «Dios es nuestro amparo y fortaleza»; y al pasar nuestros días, allí estará nuestra fortaleza. Su gracia es suficiente para nosotros; su fortaleza se perfecciona en la debilidad.

Cuando no podemos ver el camino,
debemos confiar, y aún obedecer.
El que nos llama a avanzar
nos enseñará el camino.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias