Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

198. «Quien nos salvó» – 2 Timoteo 1:9

La salvación es una bendición del presente. Si estamos en Cristo somos salvos. Nuestro Dios ha perdonado nuestros pecados, nos ha justificado, ha cambiado nuestra naturaleza y nos ha concedido la vida eterna. Ahora recibimos la meta de nuestra fe, la salvación de nuestra alma. Todavía no estamos totalmente librados de todos los males, enemigos y temores, pero la salvación es cierta. No somos ahora exactamente como nuestro Señor, pero lo seremos, porque lo veremos tal como él es. Todos los creyentes son justificados, y como tal, deberíamos caminar con Dios, trabajar para Dios, y aceptar toda la voluntad de Dios. Cristo es nuestro, y todo lo que él tiene es nuestro. Las promesas son nuestras, y todo lo que ellas contienen es nuestro; Dios es nuestro y todo lo que él puede hacer por nosotros constantemente con su excelencia y su dominio, él lo hará. Deberíamos vivir con esta seguridad; el apóstol vivió así. Es eso lo que nos fortalecerá para trabajar, nos dará coraje en el conflicto, echará fuera todo temor servil, y nos consagrará enteramente al Señor.

Que este sea, pues, el tema de nuestra meditación esta noche, hasta que caigamos en los brazos del sueño. Dios me ha salvado. Es posible que no me haya dado salud, riqueza, parientes amables, o un hogar feliz; pero me ha salvado, y me ha salvado con salvación eterna.

En Cristo salvo del infierno y la muerte,
que pueda yo buscar lo celestial;
que para siempre mi espíritu respire
alabanza, sobriedad y amor.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

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