
193. «Digno es el Cordero inmolado» – Apocalipsis 5:12
Esta es una atribución de alabanza a Jesús, a tu Jesús, como sacrificio por el pecado, la expiación de la iglesia, el Salvador de su cuerpo. Jesús, quien murió por tus pecados, es digno de recibir poder, riquezas, sabiduría, fortaleza, honor, gloria, y bendición. Nunca es demasiado lo que podemos atribuirle a Jesús. Pero también es digno de que creamos en él, por sobre Satanás, la incredulidad, el mundo o las apariencias; digno de que todos confiemos con todo y ante todo; digno de ser amado, más que a cualquier otra cosa, oponiéndonos a cualquiera que rivalice con él; digno de ser obedecido, aunque nos ordene cortarnos la mano derecha o arrancarnos el ojo derecho; digno de ser seguido, por donde sea que nos guíe, a través de lugares buenos y malos; digno de recibir prioridad, por sobre la comodidad, el placer, la riqueza, la salud, y por sobre cualquier otra cosa. Jesús es digno de ser nuestro ejemplo, nuestro confidente, nuestro Rey y nuestro todo. Él es digno de todo lo que requiere, todo lo que podemos dar, todo lo que su pueblo ha hecho por él, o ha sufrido por su causa.
Cree en su Palabra, confía en su gracia, ama su nombre, obedece sus mandamientos, y dale prioridad por sobre todas las cosas. Que tu prioridad diaria sea esforzarte por traer pecadores a sus pies. Él es digno de todo esfuerzo que tú puedas hacer.
Jesús es digno de recibir
sublime gloria y poder;
más honor del que podemos dar,
sea tuyo por siempre, Señor.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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