Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

19. «Yo soy más gusano que hombre» – Salmo 22:6

El hombre es naturalmente pobre y orgulloso, pero la gracia lo despoja y lo humilla en el polvo. Aquí David, el sumamente privilegiado, el hombre según el corazón de Dios mismo, clama: «Yo soy más gusano que hombre». Cuán pequeño, cuán despreciable se consideraba a sí mismo. Todo el que se humilla, será enaltecido.

Has observado a los santos de la Biblia, y has suspirado: «¡Ah! ¡Ellos no eran como yo!» Mi hermano, ¿no eres un gusano pobre, débil y despreciable? ¿No te sientes así? Bueno, así también se sentía David. Cuanto menos consideración tengas de ti mismo, tanto más adecuado eres para el Señor Jesús, y más bienvenido serás en el trono de la gracia. Pero esta también era la forma de hablar del Señor de David; esta era la opinión que los judíos tenían de él, y así lo trataban. El resplandor de la gloria se compara con un vil reptil; la imagen directa de la persona del padre es tratada con el mayor desprecio. Pero era por nosotros, los seres humanos, y por nuestra salvación. ¡Qué misterio de la misericordia! Jesús es reducido al nivel de los gusanos, para que nosotros podamos ser elevados por encima de los ángeles.

Del mesón de Belén, a la cruz del Calvario,
la angustia marcó su camino;
y dio muchos pasos de agotamiento,
para traernos de regreso a Dios.
Despreciado, rechazado, ofendido por los hombres,
ninguna belleza pueden ver;
adornado con gracia y gloria,
es lo más preciado para mí.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

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