Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

189. «Yo soy; no teman» – Juan 6:20

Los temores del cristiano son una deshonra para su Señor, una negación de su fe, y motivo de angustia para su propia alma. Todas las cosas son de Dios. Él obra todas las cosas según el consejo de su voluntad, y en todo acontecimiento nos dice: «Yo soy; no teman». Si hay amigos que se vuelven enemigos y nos causan angustia, si la muerte entra en nuestra morada y nos hace perder a un ser querido, si la enfermedad se acerca y nos llena de dolor, él dice: «Yo soy; no teman». Si nos llegan pérdidas, cruces y pruebas dolorosas que nos desalientan, nos angustian y nos desconciertan, él dice: «Yo soy; no teman». Si la muerte se aproxima, y nos llama a dejar el cuerpo y cerrar nuestros ojos ante nuestros seres queridos, amigos y parientes, él dice: «Yo soy; no teman». Si escuchamos crujidos en los pilares del cielo, y sentimos que los fuertes cimientos de la tierra se desmoronan; si los cielos se envuelven como un rollo, y aparece el gran trono blanco; aún así, entre los despojos de la materia y el cataclismo de los mundos, él grita: «Yo soy; no teman».

¡Cristiano dichoso! Tus temores no tienen fundamento y tus esperanzas más resplandecientes están bien fundamentadas. Regocíjate en Jesús.

Oh, que pueda yo creer
y aferrarme con firmeza a Jesús;
confiar solo en su amor,
sonreír cuando se acerca el destructor;
libre de ansiedad y del temor servil,
siempre cerca al Salvador sentir.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

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