
185. «Nada me falta» – Salmo 23:1
Esta fue la conclusión de David al creer que el Señor era su Pastor. Si somos las ovejas de Cristo, él nos suplirá. Él lo posee todo; la plata y el oro son suyos, y los miles de animales que hay en las colinas. Su sello privado está puesto sobre todas las cosas. Todas las bendiciones espirituales también son suyas, y tiene un corazón bueno, tierno y generoso. Él dará. Ha prometido suplir, conducir, proteger y presentar a su rebaño en el Monte Sión. Ha prometido ser, hacer y concedernos todo lo que nuestras circunstancias requieran. La forma en que trató a su rebaño en el pasado es una garantía suficiente. ¿Cuándo fueron los justos abandonados, o sus ovejas descuidadas o desatendidas? Algunos atravesaron grandes cambios, o pruebas severas; pero en su lecho de muerte nos dicen que tuvieron todo lo que desearon.
Si perteneces a Cristo, puedes concluir sin problema: «Nada me falta». Tus temores son insensateces; tus ansiedades no tienen fundamento; tus presentimientos son pecaminosos; tienes un Dios para que te provea, y debes regocijarte. El apóstol dice: «Mi Dios suplirá todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús».
¿Qué necesidad no suplirá nuestro Dios
con sus abundantes reservas?
¡Qué ríos de misericordia desde lo alto
derrama un brazo todopoderoso!
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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