Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

167. «Tus pecados te son perdonados» – Lucas 7:48

¿Los pecados de quién? Los tuyos, si crees en Jesús. Acerca de él dicen los profetas que todos los que crean en su nombre recibirán el perdón de sus pecados. Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Dios perdona, por causa de Cristo, a todos los que creen, confiesan y renuncian al pecado. Así, él se muestra dispuesto a perdonar, grande en misericordia y lleno de compasión, con todos los que lo invocan. Nunca se niega
a perdonar, ni manifiesta la menor renuencia. No deberíamos dudar ni por un momento al respecto, viendo que su Palabra es tan clara, su gracia es tan grande, su misericordia es tan generosa y su fidelidad está demostrada con tanta claridad.

¿Entonces, qué necesitamos? Solamente fe para creer en la Palabra de Dios, en que, creyendo en Jesús, habiendo confesado nuestro pecado ante su trono, y orando por el perdón en el nombre de Cristo, somos perdonados de todas nuestras transgresiones. Esto es necesario porque nosotros nunca podemos mortificar al pecado, vivir por sobre el mundo, regocijarnos en Dios y honrar el evangelio, sino solo al creer en estas dulces palabras de Jesús: «Tus pecados te son perdonados».

¡Qué gran privilegio es saber
que todos nuestros pecados son perdonados!
¡Disfrutar en la tierra esta promesa,
esta dádiva especial del cielo!
Oh, Señor concédeme este privilegio
Para alentarme mientras vivo en la tierra.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

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