Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

157. «Su bondad dura toda la vida» – Salmo 30:5

Es decir, la bondad de Dios en Cristo. Si él actúa con bondad hacia nosotros, todo estará bien; y así es, y como prueba de su bondad entregó a Jesús por nosotros, y a nosotros; envió al Espíritu Santo para revivirnos, enseñarnos y santificarnos. Mediante la fe comenzamos a disfrutar de su bondad; y disfrutando de su bondad aprendemos a despreciar todo lo que se le opone. Nuestra vida espiritual nació de su bondad; nuestra felicidad se mantiene en el disfrute de su bondad; y el cielo será la exhibición total y el cumplimiento de su bondad. A su bondad atribuimos nuestro bienestar actual y nuestras esperanzas futuras. Por la bondad de Dios somos lo que somos. Por su bondad somos salvos. Esta es la fuente de todo bien, el gozo del corazón de todo verdadero creyente.

Esforcémonos por confirmar, más allá de toda duda, que hemos recibido la bondad de Dios; apreciemos su bondad por sobre grandes cantidades de oro y plata; y que nuestra oración diaria sea: «Señor, acuérdate de mí cuando tu bondad alcance a tu pueblo; ¡ven a brindarme tu salvación! Déjame ver tu bondad hacia tus escogidos; déjame participar de la alegría de tu pueblo, y alabarte en compañía de los que son tuyos». Amén, así sea, Señor Jesús.

Con agrado seguiré a mi Señor,
seré todo lo que Cristo enseñó;
haré lo que manda el Salvador,
y pensaré como Jesús pensó.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: