
153. «Dios fue manifestado en carne» – 1 Timoteo 3:16
La manifestación de Dios se encuentra en la persona y obra de Cristo, y de él tenemos que aprender cómo es nuestro Dios y lo que podemos esperar que haga por nosotros. Así como Jesús fue para quienes lo rodeaban, así es Jehová; lo que Jesús hizo y estuvo dispuesto a hacer, eso es lo que Dios está dispuesto a hacer por nosotros. En Jesús vemos un amor tierno, una compasión dulce, y una paciencia clemente; misericordia y poder, rectitud y piedad, santidad y perseverancia, justicia y mansedumbre, todo eso junto. Así es nuestro Dios. No hay furia en él. El amor es su nombre y su naturaleza.
¿Y puedes temer servilmente a un Dios así? ¿Puedes pecar voluntariamente contra él y entristecer a un ser así? ¿No puedes creer
en su Palabra, depender de su veracidad, regocijarte en su nombre, y esperar de él todo lo bueno que ha sido prometido? Con este propósito fue escrita su Palabra, fue dado a conocer su nombre, y murió Jesús. Siempre observa a Dios en Cristo; no intentes aprender de Dios a través de la naturaleza. «A Dios nadie lo vio jamás; quien lo ha dado a conocer es el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre». «Yo he manifestado tu nombre».
Mientras no veo a Dios en carne humana,
mis pensamientos no hallan consuelo;
la santa, justa y sagrada Trinidad
causa terror a mi mente.
Pero si aparece el rostro de Emanuel,
Mi alma vence todo temor servil.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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