Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

148. «Él dio su vida por nosotros» – 1 Juan 3:16

Esto es algo sumamente formidable, y un misterio sublime, que Dios tomara nuestra naturaleza, para padecer, sufrir y morir en nuestro lugar. Jesús era Dios. Se hizo hombre. Fue Dios y hombre en una persona. Como tal, dio su vida por nosotros. La entregó voluntariamente; nadie se la quitó; él la entregó por sí mismo. La entregó con el pleno conocimiento de lo que nosotros deberíamos ser, hacer y merecer. Nada en nosotros lo motivó a hacerlo; fue guiado solamente por su propio amor que es puro, infinito y soberano. «En esto consiste el amor». Y no existe un amor igual en ningún otro lugar. Ni su amor ha sido exhibido tan gloriosamente sobre ninguna otra cosa.

Amados, mantengámonos en el amor de Jesús. Nunca podremos pensar lo suficiente en él. Nunca podremos alabarlo lo suficiente por ese amor. Pensemos en nuestro estado antes de Dios, nuestros pecados contra Dios, y nuestra lejanía de las manos de Dios; y luego sigamos reflexionando en este gran hecho, que, en vez de castigarnos por nuestros pecados, o recompensarnos según nuestras iniquidades, «él dio su vida por nosotros». La entregó como precio por nuestro rescate. ¡Qué amor formidable y sorprendente!

¿Cómo nos ha amado? ¿Cómo?
¿Puede un hombre o un ángel contarlo?
Ante la cruz nos inclinamos,
para sentir el poder del amor;
para verlo amar, sangrar y morir,
y podamos vivir y reinar en lo alto.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: