
139. «Me cerca la angustia» – Salmo 22:11
Pocas veces las dificultades y los cristianos están separados, o muy alejados. Esto puede parecer desalentador, pero Jesús y los cristianos nunca están separados. Él nunca nos abandonará, y el propósito de la dificultad es evitar que nosotros lo abandonemos, o traernos de vuelta a él si ya nos hemos desviado. El amor de su corazón guía la mano que nos golpea; y no hace nada, ni permite nada, que no pueda ser controlado para nuestro bien. Las dificultades pueden estar cerca, pero el trono de la gracia también está cerca; su Palabra de promesa está cerca; el que nos justifica está cerca. En las dificultades, Dios puede glorificar su gracia, profundizar su obra en tu corazón, hacer brillar tu testimonio, y llenarte de gozo y paz en la fe.
Clama a él para que lo haga; no permitas que las dificultades te inunden de confusión, debiliten tu fe, o te alejen de él; más bien escucha y actúa según su Palabra. Él dice: «Invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás». «Estaré con él en medio de la angustia. Yo lo pondré a salvo y lo glorificaré». «Si él habla, ciertamente actúa; si él dice algo, lo lleva a cabo». Toda dificultad tiene la intención de que tu corazón anhele a Jesús.
Esta tierra, donde transitan sus peregrinos,
está desolada y seca;
pero torrentes de gracia fluyen de él,
para saciar a quienes tienen sed:
Jesús tiene todo lo que sus santos precisan,
y cuando lo necesiten, se lo concederá.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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