
13. «Niéguese a sí mismo» – Mateo 16:24
Jesús requiere que todo discípulo practique la abnegación. Debemos negar y crucificar los mecanismos de la auto-justificación, y aventurarnos solo sobre su obra y valor para la salvación; y debemos mortificar el orgullo de la razón y el intelecto, y creer lo que su Palabra revela, y caminar como su Palabra lo ordena. Debemos renunciar a nuestros familiares más cercanos, nuestros amigos más queridos y nuestras comodidades más preciadas, si se oponen a la gloria de Jesús y al avance de su causa. Un cristiano debe dejar todo a los pies de Jesús, y decir: «Señor, hágase tu voluntad». No somos nuestros propios dueños, ni es nuestro nada de lo que tenemos; todo es del Señor. Nuestros apetitos, placeres, y afanes, todo debe ser sujetado a la obediencia a Cristo. Su gloria debe ser buscada en todo tiempo, en todas las cosas, bajo toda circunstancia; y cuando esto es así, estamos seguros y felices. El siervo debe obedecer a su amo, y el hijo someterse en todo a su padre sabio, sensato y amoroso. ¿Pero por quién se me pide que me niegue a mí mismo? Por Jesús, quien vivió y murió para salvarme, quien ahora está en el cielo intercediendo por mí; y quien es el mayor ejemplo de abnegación, habiéndose humillado incluso hasta la muerte.
Debemos negar el ego amado,
renovar la mente y voluntad;
suprimir la pasión, trabajar la paciencia,
y someter los deseos vanos.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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