
128. «La Gloria de Israel no miente» – 1 Samuel 15:29
Por tanto, debemos creer en él. Es imposible que Dios mienta; entonces debemos confiar en él. Sus promesas son fruto de su amor,
son inmutables al igual que su naturaleza, y deben llevarse a cabo. Él es el Omnipotente, y puede cumplir su Palabra; es el Inmutable y ciertamente cumplirá. Ha prometido su fuerza a su pueblo, para sostenerlo; sus recursos, para proveerles; y su fidelidad, para consolarlos. Él nos habla en su Palabra, nos habla como a pecadores; nos habla como a temerosos, pasando por pruebas, atribulados, tal como estamos esta noche. Nos habla para sofocar nuestros miedos, para animarnos en nuestras pruebas, y calmar nuestra mente en medio del sufrimiento.
¿Creemos en su Palabra? ¿Lo tratamos como a un Dios que dice la verdad? ¿Ponemos nuestra confianza en él? ¿Estamos firmes sobre su Palabra? ¿Ponemos nuestra mirada en su promesa, y mientras la observamos decimos: «Esta es la Palabra fiel de mi Padre celestial; ciertamente es la verdad; debe llevarse a cabo; es más perdurable que el cielo o la tierra, porque Jesús ha dicho: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”»? Fija tu mirada en su Palabra y al hacerlo, di:
Sí, ya que Dios mismo lo ha dicho,
en la promesa puedo descansar;
su buena Palabra exige ser creída,
¡Qué puede responder la incredulidad!
Él es fuerte y puede cumplir,
él es la verdad y lo hará.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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