Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

113. «Ustedes me deshonran» – Juan 8:49

Esta es una queja que nos hace nuestro Señor Jesucristo. Escuchémosla. Él nos ha asegurado que nos ama, que busca nuestro bien, que no estará furioso con nosotros. Nosotros lo deshonramos con nuestra ansiedad ante las pruebas y los problemas; con nuestras quejas cuando no todo es como deseamos; con nuestra impaciencia para ser librados del dolor; con nuestra incredulidad en relación con sus promesas y su providencia; con nuestra ingratitud por las muchas bendiciones que recibimos; empleando sus favores en beneficio de Satanás; poniendo límites a su poder o su bondad; ignorando nuestros deberes, por falta de amor o fervor; confiando en nuestros esfuerzos en vez de confiar en la gracia; y poniendo nuestra mirada en otras personas, en vez de ponerla siempre solo en él para todas las cosas.

Deshonrar a Jesús es un gran pecado: produce desidia, oscuridad y miseria. Reconozcamos la criminalidad de este acto, hagamos lamentación ante Dios, busquemos el arrepentimiento, y el perdón por cometerlo. ¡Oh, que nuestro objetivo sea honrar a Jesús con gratitud, paciencia, fe, amor, tolerancia, penitencia, fervor, y buscar constantemente su gloria! ¡Honrarlo en la vida, en la muerte y para siempre!

Señor, aleja mi corazón de lo terrenal,
y que solo reconozca tu llamado;
háblale a mi ser interior y dile,
«¡Yo soy tu Salvador, tu Dios, tu TODO!».
No permitas que te siga deshonrando
Sino que sea tu siervo fiel.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

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