Reflexión y Recursos Bíblicos basados en la Gracia de Dios

104. «El Señor disciplina al que ama» – Hebreos 12:6

Todo creyente es amado por su Dios, pero todo creyente es disciplinado, y esa disciplina es una prueba de amor. No somos más que hijos y necesitamos la disciplina; somos hijos y por tanto la recibimos. Algunos son disciplinados con pérdidas, algunos con enfermedad, algunos con el fracaso de sus planes favoritos, algunos con pruebas en el hogar, algunos con la conducta de familiares o amigos cristianos. No somos todos disciplinados con la misma vara, pero todos somos disciplinados por la misma mano. No se nos corrige a todos de la misma manera, pero a todos nos corrige el mismo Padre sabio, santo y amoroso. Algunos sufren más en su mente, otros en su cuerpo; algunos son probados más en su propia persona, otros más en sus familiares. Pero nunca olvidemos que toda corrección fluye del amor; cada prueba es con bondad. Si llega a nuestro corazón, toca el corazón de nuestro Padre celestial. Él no nos hace sufrir con gusto, ni nos causa tristeza en su soberanía. Nuestras insensateces exigen pruebas, y nuestros pecados piden reprensión.

Por lo tanto, humillémonos ante la presencia del Padre. No cuestionemos nuestra relación, o su amor por nosotros, por ser puestos a prueba; tampoco pensemos que la disciplina es innecesaria, despreciando así su castigo.

Afligido por un Dios de gracia,
pacientemente resisto la vara;
penosa es a la débil carne y sangre,
incapaces de alegrarse en el dolor.
Bajo la mano del Padre me inclino,
Y gimo al sentir la disciplina.

Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias

Deja un comentario

Discover more from TeoGracia

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading

Discover more from TeoGracia

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading