
101. «¿Acaso mi mano se ha acortado?» – Números 11:23
No: lo que Dios ha hecho, aún puede hacerlo; y hará todo lo que ha prometido, o lo que su pueblo necesite. No conoce ninguna dificultad. ¿Entonces por qué estamos cabizbajos? Porque no creemos en su Palabra, no descansamos con sencillez en su veracidad, y no esperamos recibir de él todo lo que necesitamos. Se disgustó con Moisés cuando cuestionó su poder, y se disgusta con nosotros cuando dudamos de su amor, desconfiamos de su providencia, o preguntamos: «¿Cómo puede ser así?». Cualquiera que sea tu dificultad, prueba o necesidad, clama al Señor, y con confianza espera su respuesta; y si aparece alguna tentación para debilitar tu fe, despertar tus temores, o interrumpir tu tranquilidad, hazte esta pregunta: «¿Acaso la mano del Señor se ha acortado?».
Amados, no busquemos la ayuda del hombre, sino simplemente busquemos la ayuda de Dios; el ser humano puede decepcionarte, Dios no lo hará. Fiel es el que prometió. Es un Dios que está cerca. Estará cerca tuyo a lo largo de este día; él es capaz y está dispuesto a ayudarte; por tanto, confía, y no tengas miedo.
En el cielo, la tierra, el aire y el mar,
ejecuta con firmeza sus decretos;
y sus santos tienen por seguro,
que lo que él hace es siempre lo mejor.
Descansa, pues, en su poderoso brazo,
y él acercará su salvación.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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