
El Rey
Mateo 28:18
“Jesús se acercó y les dijo: ‘Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y la tierra'”
Los reyes magos le trajeron oro, y no por lástima:
“¡Pobrecito! ¡No tiene! Le daremos una mano”
No. Ellos preguntaron:
“¿Dónde está el rey?”
Como he tratado de afirmar en estos 23 mini mensajes, Jesús es muchas cosas, pero nunca deja de ser el rey. Nunca es menos. Es más que un rey, pero nuca es menos que un rey.
Hay reyes, y se supone que un rey es alguien que tiene libertad. ¿Quién puede impedir a un rey? ¿Quién puede negar a un rey?
Pero la Biblia declara que Jesús es Rey de reyes. Es Señor de todos los señores. Jesús lo dijo, declaró ser el Rey.
Para mí es una de sus afirmaciones más desafiantes. Dijo:
“Toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra”
¡Wow! Jesús afirmó, pretendió y pretende tener derechos hoy en todo ámbito, en toda esfera.
Jesús declara: “¡Aquí mando yo!”
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? — Daniel 4:35
Con un rey así, uno sólo tiene dos opciones, obediencia o rebelión, y punto. Una de las dos cosas. No hay tercer camino,
Y casi nadie actúa como si Jesús fuera rey.
Por tendencia, casi todos quieren ser su propio rey, su rey en su propio reino sofocante.
“Venga mi reino”, declaran casi todas nuestra actitudes. Es la raíz de muchas de nuestras tristezas, y nos hace tristes, y es innecesario porque Jesús es el rey. Un rey bueno.
Cuando los reyes magos encontraron a Jesús, se regocijaron en gran manera. Literalmente en Mateo 2.9-10 dice:
“Se regocijaron sobremanera con mega alegría”, porque ellos entendieron que Jesús era un rey bueno. Con autoridad para perdonar, para rescatar, para transformar, para sostener, para cumplir cada una de sus promesas.
Sí, Jesús es rey hoy.
Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en Sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía, se levantó de la cena y se quitó el manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida. — Juan 13:3-5
Jesús es el rey y Jesús reina sirviendo. Jesús es el rey que cuida, que sirve, pero nunca es menos que un rey.
Él te invita a dejar tu rebelión. Confiesa tus pecados y confía en sus promesas.
Que sus promesas y el hecho de que Él es Rey te inspire a actuar hoy en amor. El rey no está limitado para poder salvar, al rey no le es difícil salvar.
Por: David Bhadreshwar.
Canción sugerida: “Soberano Salvador”, por Sovereign Grace Music, del álbum “La Salvación es del Señor”
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