
71. «Preciosa sangre» – 1 Pedro 1:19
La sangre de Jesús es el precio de nuestra redención, el objeto de nuestra fe, el fundamento de nuestra paz, el tema de nuestra meditación, y nuestra constante súplica ante el trono de la gracia. Satisfizo la justicia divina, y lleva paz al corazón del humilde pecador. Vence a Satanás, y nos limpia de todo pecado. Purifica la conciencia de obras muertas, y nos guía a regocijarnos en Dios. Edificamos sobre ella como nuestro fundamento, corremos hacia ella como nuestro refugio, la consideramos como la cura del pecado, y cantamos de ella como el deleite de nuestro corazón. Ha logrado una redención perfecta, satisfactoria e infinita; y ningún pecador se pierde si descansa en ella, se limpia en ella, y apela a ella ante Dios. ¡Ciertamente es preciosa sangre! ¡Es invaluable!
Cuando sientas culpa en tu conciencia, y aparezcan pensamientos de temor, o te invada la tristeza, busca la preciosa sangre de Jesús, medita en ella y aprovéchala. Ella obtuvo la paz, concede la paz, y asegura la paz. Limpia, sana, y santifica; y no podríamos vivir felices ni un día sin ella. La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Es lo único que debemos considerar como el fundamento de nuestra esperanza, y la base de nuestra paz.
¡Querido Cordero inmolado! Tu sangre preciosa
nunca perderá su poder,
hasta que toda la iglesia de Dios redimida
sea salvada y no peque más.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
Deja un comentario