
124. «Lo vencieron» – Apocalipsis 12:11
Qué tremenda representación de Satanás nos da el contexto. Lo describe como «el gran dragón, que es la serpiente antigua que sellama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo». Grande es su poder; su crueldad es aún mayor. Su astucia es profunda, y sus intenciones son terribles. Odia al Salvador, y odia a todos los que lo aman. Intenta destruir, y fastidiará a quienes no pueda devorar. Ha intentado por todos los medios hacer daño a la Iglesia de Dios, y todavía intenta hacer daño a todo creyente. Es terrible como un león rugiente; pero es más probable que nos lastime cuando viene con astucia, en silencio, como una serpiente. Siempre es más peligroso cuando se viste de ángel de luz, porque así somos más propensos a confundirlo.
Pero los santos lo vencieron, a pesar de que eran tan débiles y estaban tan expuestos a ser vencidos como ocurre con nosotros. Lo vencieron, pero no mediante la razón, la argumentación, o la elocuencia; triunfaron por la sangre del Cordero, y la palabra que proclamaron. En esa sangre pusieron su mirada, cuando él los tentó a desesperar; por esa Palabra caminaron, cuando él trató de desviarlos. La sangre fue su súplica, el fundamento de su esperanza, y la razón de su alegría; la Palabra fue su escudo, su consuelo y su guía.
Por la sangre del Cordero los santos vencieron,
y su virtud divina continúa siempre igual.
Sometidos nuevamente serán el mundo y su bien,
por la virtud de la sangre de nuestro Defensor.
Por: James Smith
Traducido por: Proyecto Nehemias
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